lunes, 31 de diciembre de 2012

POVERO RIGOLETTO


Rigoletto y Gilda. Escena final.
En la anterior ocasión que la Bayerische Staatsoper programó  Rigoletto,  la  acción se situaba nada más y nada menos que ¡¡en el Planeta de los Simios!! El bufón jorobado, encarnado por el malagueño Carlos Álvarez,  semejaba el papel de Charlton Heston en la famosa película –único humano junto con su hija Gilda- y un mono por tanto  cantaba “La donna è mobile” Muy fuerte ¿no? No he llegado a ver esa producción, firmada por Doris Dörrie, pero en alguna parte he leído, no se si en serio o en broma, que el público llevaba plátanos a la representación para tirárselos a los artistas, como quien va al zoo. Digo yo que podían haber optado mejor por los cacahuetes, que son más livianos.
Personaje de la producción de Dörrie

Para la nueva producción estrenada hace unos días y que ayer se pudo ver en directo desde  el Nationaltheater de Munich, el giro ha sido más que copernicano. El director de escena húngaro Arpád Schilling ha diseñado una escenografía tan absolutamente minimalista que raya en lo pobretón. He defendido siempre la supremacía de la música sobre decorados y tramoyas, pero no se puede olvidar que la ópera es también un espectáculo visual, y que el público paga por ello y para ello. Asistir a una representación en que los únicos elementos escénicos son unas gradas de instalación deportiva –que figuran una especie de teatro griego- y un visillo -muy grande, pero visillo al fin y al cabo-, amén de una figura gigantesca de caballo que sale momentáneamente en el segundo acto; en el que el propio telón es utilizado en más de una ocasión como instrumento decorativo o donde los cantantes aparecen vestidos casi todo el tiempo como si estuvieran en un simple ensayo, resulta realmente frustrante en este aspecto. La pobreza de medios es tan apabullante que cuando Gilda acude a la casa de Sparafucile para ofrecer su vida a fin de salvar la del Duque y la de su padre, no tiene ni puerta donde llamar, y como la escena lo exige  tiene que dar dos taconazos en el suelo para simular el golpeo. Con eso queda dicho todo.  




Patricia Petibon y Joseph Calleja
 Afortunadamente, todo lo que faltó en lo escénico se suplió con creces en lo musical, bajo la agraciada batuta de Marco Armiliato y con un trío de voces protagonistas excepcional, con Franco Vasallo (Rigoletto) Patricia Petibon (Gilda) y Joseph Calleja (Duque de Mantua) bien acompañados por Dimitry Ivashchenko (Sparafucile y MonteroneNadia Krasteva (Maddalena y Giovanna). Me agradó especialmente el tenor maltés, con un bellísimo timbre de voz y una gran facilidad y naturalidad para afrontar sus conocidísimas arias. De lo mejor que puede escucharse hoy día. La francesa Petibon lució en su “Caro nome..” y en los conmovedores dúos con su posesivo padre, en los que se pone de manifiesto la tensión entre  su oposición a la vez que su amor hacia él. Y Vasallo fue creciendo desde alguna dificultad en la emisión en el primer acto para ir ganando en la credibilidad de su personaje. Entre todos lograron ir creando esa clímax que lleva la terrible historia hasta el desesperado grito final de  Rigoletto “¡la maledizione..!” ¡Enorme Verdi!.

viernes, 28 de diciembre de 2012

INOCENTES


Anda toda España espantada, escandalizada, consternada con el crimen de la pequeña de 16 meses asesinada en un pueblecito enclavado en las montañas de Almería, entre Sierra Nevada y la de los Filabres. Uno de esos pueblos encantadores que se avistan desde la A-92 cuando atraviesas por ella las sierras almerienses. Pasará sin embargo esta localidad, hasta ahora casi desconocida, a la historia de los horrores patrios que pusieron tristemente en el mapa a otros lugares  hasta entonces totalmente  desconocidos a nivel nacional y que quedarán asociados a la desgracia que les dio fama.
Se une este sentimiento de indignación al de otros casos de muertes violentas de niños, como el de la onubense Mari Luz o los cordobeses Ruth y José, presuntamente muertos estos últimos, para mayor horror,  a manos de su propio padre.
Es natural que a la gente se le revuelvan las entrañas ante acontecimientos brutales como estos. El alcalde de la localidad almeriense afectada por el suceso  lo ha expresado de esta manera: "Hay personas sin alma y sin corazón que son capaces hasta de matar a un ser tan indefenso y vulnerable como un bebé de apenas 16 meses".
Sin embargo, paradójicamente, en esta sociedad cada vez más esquizofrénica en que vivimos, muchas de esas personas que hoy con toda razón se escandalizan, si en vez de un bebé de dieciséis meses de vida contados desde su nacimiento se hubiera tratado de un ser -humano por supuesto- con  sólo unas semanas o meses desde su concepción, verían  con la mayor tranquilidad que su madre hubiera decidido interrumpir su vida (no utilizo el término matar para ser políticamente correcto y no herir susceptiblidades). Incluso nuestro actual ordenamiento jurídico esto lo contempla como un derecho, y en uso de ese derecho se  produjeron nada menos que  118.359 abortos durante el año 2011, según se ha informado recientemente.
Personalmente no puedo entenderlo. Para mi  tan execrable es  uno como otro supuesto, al menos, en el caso del aborto,  cuando no existe la más mínima justificación de la decisión más que la mera voluntad de la gestante. Se trata de seres inocentes e indefensos que mueren por acción o decisión de otros que simplemente están en una situación de superioridad y tienen por tanto la potestad para hacerlo fácilmente. No veo diferencia entre que el decisor sea un tercero o la propia madre, porque en cualquier caso se trata de una vida ajena, que no les pertenece, y la diferencia de la edad es un mero convencionalismo injustificable.
Quizá el monstruo de Fiñana también pensó, aunque sólo fuera por un momento, que tenía derecho a matar a la niña. Simplemente porque le molestaba. Simplemente porque era más fuerte.

sábado, 22 de diciembre de 2012

¡FELIZ NAVIDAD!


Navidad no es para mí  la fiesta de la familia, ni de los recuerdos, ni de la nostalgia, ni de los buenos sentimientos, o de los deseos que se cumplen…o no. Ni de la amistad, ni de las risas, ni de los dulces, los turrones o las peladillas. Ni del lujo y los excesos, el champán o las burbujas. No es la fiesta de la lotería ni de los regalos,  ni de los seres queridos, ni de los que están lejos, ni de la nieve, los trineos o los renos. No es la fiesta de las luces (aunque sí de la  Luz). Es un poco de todo eso, pero es mucho más.
Si la Navidad fuera la fiesta de la familia, no podrían celebrarla los que no la tienen. Si fuera la fiesta de las comidas de empresa, no podrían celebrarla los que no encuentran trabajo. Si fuera la fiesta del lujo y los regalos, nada tendrían que celebrar los que carecen de medios.  Si la Navidad fuera la fiesta de los seres queridos no podrían celebrarla los que han perdido a alguno de ellos. Si fuera la fiesta de la nieve no se celebraría allí donde ahora es verano. Sin embargo ninguna de estas carencias o circunstancias impiden la celebración de la Navidad.
Navidad es, así lo creo,  la fiesta de Dios que viene a nosotros, que desciende a nosotros como Hijo para mostrarnos el camino por el que subir hacia el Padre que nos ha creado, que habita en nosotros en forma de Espíritu,  y que nos ha prometido volver en forma definitiva al final de los tiempos para hacernos partícipes de su reino. Es  la fiesta de Dios que desparrama su amor sobre su criatura haciéndose cercano a ella,  a sus debilidades, a sus sufrimientos y penurias, para redimirla del pecado y de la muerte.
Por eso puede celebrarse la Navidad incluso desde el dolor y la pobreza. Porque Dios ha venido a dar la buena nueva a los humildes, el  consuelo a los afligidos, a anunciar la liberación a los oprimidos. Por eso tenemos motivos los cristianos para celebrarla con alegría, aún en medio de las dificultades. Con austeridad y siendo solidarios con los que sufren y pasan necesidad. No porque sea una moda snob,  porque esté bien visto, sino porque es una exigencia de nuestra condición de hijos para con nuestros hermanos.
Confieso que me llevó su tiempo llegar a entender  esto en toda su profundidad, a pesar de ser católico de toda la vida.  No se si por mi torpeza o por el excesivo ruido de estos días. Pero es ahora cuando realmente disfruto de la Navidad. Con una alegría que surge de dentro de mi, y no de los circunstanciales factores externos.
Si piensas, como yo, que este es el verdadero sentido de la Navidad, te deseo sobre todo que en estas fiestas experimentes el gozo de la presencia de Dios en nuestras vidas, y que ello te  sirva para un relanzamiento y reforzamiento de tu fe, en este año en que la Iglesia nos invita a redescubrirla en toda su plenitud.
       Si tienes otra visión de la Navidad, pero compartes el deseo de paz, justicia y hermandad entre los hombres, siéntete al menos concernido por el canto de los ángeles que, según el Evangelio, se aparecieron a los pastores diciendo “Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad”.
     A unos y a otros, ya sabéis lo que quiero decir cuando os digo ¡FELIZ NAVIDAD!

miércoles, 19 de diciembre de 2012

SEXO, DROGAS Y...¡ÓPERA!


Comentaban el otro día en Ópera Actual la obsesión que  últimamente se aprecia en los cantantes por el gimnasio, las dietas e incluso la cirugía estética. No me extraña, dada la cada vez más acentuada tendencia de los registas a introducir desnudos o semidesnudos en la escena a poco que se tercie. Uno no debe sorprenderse de ver escenas tórridas en una  Lulu (exhibición de Barbara Hannigan en la producción de La Monnaie del mes pasado). Pero ver desnudos  en un Don Giovanni (Milán), en una  Carmen (Ópera de Lyon),  o incluso en Stradella (Cesar Frank),  en la Ópera de Lieja, donde no viene en absoluto a cuento, se va haciendo lo habitual. A una de las divas del momento, como es Anna Netrebko, la hemos visto ligerita de ropa más de una vez. Y no sólo afecta a ellas. En la reciente producción del MET de La tempestad de Thomas Adès, Simon Keenlyside se lleva toda la función luciendo pectorales tipo Schwarzenegger.
Pero una cosa es el desnudo, y otra cosa es el mal gusto y el sexo explícito. Ya tuvimos un ejemplo con el escandaloso Julio César de Salzburgo de la pasada primavera (Moshe Leiser y Patrice Caurier sus autores) y ahora nos llega uno nuevo con La Traviata recientemente estrenada en La Monnaie de Bruselas, con dirección escénica de la alemana Andrea Breth, que el sábado fue retransmitida en streaming por ARTE Live Web. No voy a criticar que se ubique el primer acto en un prostíbulo de lujo en el que corre la coca o que se haga de la protagonista en el tercero  una homeless que duerme en la calle,  rodeada de yonkis y de fulanas baratas, porque al fin y al cabo la Valery era una prostituta. Pero empezamos porque no se puede consentir que en uno de los momentos más esperados del papel de Violeta (Sempre libera..) salga una vieja gorda –Annina- haciendo el indio (vaya el papelón de la señora, Carol Wilson por más señas, entre esto y el simulacro de felación del tercer acto) distrayendo la atención que debe estar en ese momento absolutamente centrada en la cantante. Esto de todas formas tiene un pase. Lo que no lo tiene es el muestrario de prácticas sexuales, incluida la pedofilia, que se exhiben, especialmente en la escena final del segundo acto.
El asunto ha levantado la lógica polémica, en la que afamados directores como Olivier Py o Krzysztof Warlikosky entre otros se han decantado en favor de la libertad del arte y del artista. A mi esto de la libertad me suena muy bien, pero libertad no puede ser nunca carta blanca para hacer absolutamente lo que a uno le de la gana.  Si Breth quiere hacer cine porno, que lo haga y allá ella si puede incurrir incluso en algún tipo penal. Pero la libertad conlleva responsabilidad, y la responsabilidad incluye el respeto. La libertad del director de escena, que no trabaja sobre una materia virgen, tiene el límite del respeto a la música de Verdi, al libreto de Piave y si se quiere incluso  a la novela de Dumas en que se inspira. Debería tener el límite del respeto a los cantantes, que son también artistas, y no de streptees ni de cine x precisamente. Y sobre todo debe tener el límite del respeto al público que asiste a la ópera, que no va generalmente a ver este tipo de espectáculos de mal gusto. Si quiero ver sexo ya se a donde tengo que ir. La ópera no es ni  la sala Bagdad de Barcelona, ni una página de películas guarras. Así que el que quiera libertad que se busque otro medio de expresión, o cree sus propias obras y no ensucie las de los demás. Porque lo grave además del asunto es la gratuidad de tales exabruptos,  que no aportan nada a la obra. Traviata es una historia de sentimientos enfrentados a los prejuicios y moral de la época, no de bajas pasiones. Y el desgarro emocional que este enfrentamiento provoca lo expresa sobradamente la música de Verdi.
Con todo esto, la música precisamente, que es lo importante, queda en segundo plano. Sébastien Guèze canta un Alfredo que yo nunca he escuchado (este no es mi Alfredo, que me lo han cambiado), y no me gusta. Simona Saturova, debutante como Violeta Valery,  tiene una hermosa y delicada  voz pero le falta dramatismo en algunos pasajes (Amami Alfredo!). Giorgio Germont es para mi uno de los personajes más odiosos del repertorio operístico, por su hipócrita moralina del qué dirán de la que se arrepiente cuando nada tiene remedio,  aunque su papel incluya una de las arias más bellas para su registro (Di Provenza il mar, il sol..). Scott Hendriks simplemente es que no da el tipo, y aunque no cantó mal, su actuación no me resultó creíble. Lo mejor sin duda fue la dirección de Adam Fischer, que  hizo una lectura plena de expresividad y dinámicas contrastadas. En su debe, el consentir como director musical los excesos de la directora de escena.
Porque al final lo que sorprende es cuánta gente tiene que callar y consentir para que se produzca un despropósito tal, y lo hagan. El público aplaude acrítico cuando cae el último telón. Y supongo que entre ese público, los padres de la inocente niña protagonista de la escabrosa escena, que saluda al final de la representación junto con el resto de figurantes. ¿No existe en la burocratizada Bélgica nada parecido a un defensor del menor?

lunes, 10 de diciembre de 2012

CINCO HORAS CON WAGNER


Foto: Diario de Sevilla
Segunda cita de mi temporada de ópera en el Maestranza. Tercera entrega de la tetralogía wagneriana iniciada en 2010. Sigfrido. Cartel de lujo. Bajo la contrastada  batuta de Pedro Halffter, con la ROSS en el foso,  un elenco de relumbrón, y con una de las producciones más fantásticas que se hayan visto. ¿Qué mejor forma de pasar  la tarde de un domingo de otoño que enfrascado en la música del genial teutón? …Pues debe  de haber muchas, aunque a mi no me lo parezca, porque mi sorpresa al llegar es que la entrada de público es de las más flojas que recuerdo. Ya había leído en las crónicas que en la premiere hubo mucha gente que se ausentó a la finalización del segundo acto. El domingo no hubo que esperar tanto. Ya desde el inicio se observaban buenos claros entre las butacas. Algo inaudito. Nuestras autoridades andan por ahí afanándose en promover Sevilla como ciudad de la música, como ciudad de la ópera ¿y resulta que no hay melómanos suficientes para llenar cuatro funciones de una de las cumbres del repertorio operístico? A ver si vamos a tener que quedarnos sólo con el rimbombante título de  capital mundial de la tapa, o, como dijo uno “de la papa”. 
Pero vamos al espectáculo. Hay quien en su imaginario sólo acepta un Sigfrido vestido de Axtérix. Yo lo respeto, pero no lo comparto.  Particularmente no soy muy partidario  de las desubicaciones en el tiempo o en el espacio de las óperas, porque siempre hay desajustes que hacen resentir la credibilidad de la historia. Pero pienso que el Anillo, por su carácter mitológico, fantástico e irreal, es intemporal y admite más que ninguna otra obra operística adaptaciones atrevidas e imaginativas, siempre que se haga con creatividad y buen gusto Se intuye que aquello debió ocurrir en un principio remoto de los tiempos,  pero cabe preguntarse ¿de qué tiempo?. Como dice Padrissa, se puede devolver a los dioses a la magia, que en nuestro tiempo es la tecnología. Una tecnología puesta al servicio de una creatividad desbordante. Me parece a mi que Wagner, si hubiera tenido estos medios a su alcance, habría apostado por ellos. Además la fidelidad al libreto es total: el pájaro es un pájaro, los gigantes son gigantes, el dragón un dragón….sólo que expresados en un lenguaje plástico actual. La producción escénica de La Fura es sin duda de lo mejor que se puede ver hoy en los escenarios del mundo, pero al parecer esto no es suficiente.
Sigfrido es el joven héroe que, por ignorancia o inconsciencia, desconocía el miedo. Sin embargo no creo que haya tenor en el mundo que no sienta pavor antes de enfrentarse a su interpretación. Lance Ryan puede que no sea el mejor Sigfrido de todos los tiempos, pero sí uno de los más cotizados del momento. Viene de hacer el papel en Milán y Berlín y lo tenemos en Sevilla ¿se puede pedir más? Hay que darse cuenta de que cuando despierta a Brunilda (a eso de las once de la noche) él ya lleva cantando desde las siete. Y ahora dale réplica, como lo hizo, a la desatada valquiria. Ahí es nada. Bravo. Brubaker y Hawkins, los dos nibelungos, ya habían triunfado aquí en anteriores comparecencias. El Mime del primero me pareció lo más notable entre las voces masculinas, completadas por Alan Held (Caminante)  y  Kurt Rydl (Fafner). En el lado femenino Crista Mayer cumplió en su Erda, al igual que Cristina Toledo (pájaro del bosque), cuyos vuelos sobre el escenario creo que perjudicaban la audición, y destacó por supuesto Catherine Foster, que llenó de lirismo la arrebatadora escena final. La orquesta por su parte ofreció momentos memorables, sobre todo en los preludios, y en especial en el del tercer acto, mientras en la escena el caminante Wotan sobrevolaba vertiginosamente un paisaje de montañas nevadas.  
Cuando cerca de las doce Brunilda deja por fin de lado sus remilgos y se entrega al amor de Sigfrido se nos ha pasado la tarde en un suspiro. Nadie lo diría, si no fuera por la dureza de los asientos del Maestranza para tan larga sesión. A lo mejor es eso lo que echa a la gente para atrás…El caso es que salgo del teatro saboreando lo visto y oído, pero también con la preocupación de si podremos ver el año próximo la culminación del ciclo. Ya sabemos que si no se hace no va a haber manifestaciones multitudinarias por las calles. Pero sería muy triste que esta fenomenal apuesta se truncase en su última jornada. Aunque no todo el mundo sepa valorarlo creo que merece la pena. Si hay que prescindir de otras cosas, que se prescinda, pero que no falte el ocaso en esta ciudad que lleva en él tanto tiempo. Con La Fura, por supuesto. Aunque vayamos cuatro, prometo aplaudir hasta con las orejas, si hace falta. 

jueves, 6 de diciembre de 2012

CULEBRÓN CAIXAFORUM


El asunto Caixaforum va camino de convertirse en un culebrón al estilo de esos de los fichajes futbolísticos del verano. Ahora sí… ahora no, ahora parece que quizás, pero va a ser que tampoco…La verdad es que la noticia del cambio de ubicación anunciado por La Caixa hace unas semanas, renunciando al proyecto de las Atarazanas, cogió por sorpresa a todos. Pareciera en principio que se tratase de un nuevo episodio de lucha soterrada entre administraciones municipal y autonómica que tuviera como consecuencia la frustración de este nuevo atractivo para la ciudad. De ahí, entre otras cosas, que no se entendiese la sonrisa del alcalde al recibir la noticia. No pocos se le lanzaron a la yugular acusándole del fracaso por su excesivo escrúpulo legalista, cosa que ya se sabe, aquí hay mucha gente que le trae sin cuidado, acostumbrados a imponer su capricho. En todo caso contrastaba sobremanera con la cara de enterrador que se le quedó a Luciano Alonso, el consejero de la cosa en la Junta. Y muchos ciudadanos se sintieron desconcertados: otra batallita más de políticos de vuelo bajo, como el grajo (Navarro Antolín, te lo debo). Ahora resulta que el  pleno del Ayuntamiento aprueba una moción y Zoido se pone otra vez el traje de conseguidor para intentar hacer recapacitar a los banqueros.
Difícil tarea, me parece a mí, porque con el paso de los días ha quedado claro que la decisión tiene una motivación exclusivamente empresarial, y las cuentas son las cuentas. Los señores de Caixabank habrán pensado que con comerse el marrón de Cajasol, torre Mordor-Pelli incluida, ya aportan bastante a la ciudad y a la región. Ni con plan especial ni sin san plan especial. Los catalanes han dicho que hasta aquí hemos llegado. Es normal que el alcalde, dentro de lo que cabe, ponga buena cara a la solución, aunque ahora pretenda reconducirla. Salva los muebles al mantenerse el compromiso del Caixaforum en la ciudad y se ahorra el riesgo de que le saquen definitivamente tarjeta roja en la UNESCO con la “restauración” ideada por Vázquez Consuegra. Quien más pierde es la Junta, que es quien tiene que mover ficha para  dar solución al edificio de su titularidad. De ahí el gran cabreo de Alonso expresada en forma de carta en la que casi se pierden las formas. Que no están estos señoritos acostumbrados a que nadie les tosa, o les de la espalda. En su soberbia, parece que olvidan el favor que les han hecho tapándole las vergüenzas de la gestión de los Pulido y compañía al frente de la caja que manejaron a su antojo hasta antier.
Pienso que  puede que no haya mal que por bien no venga. Suscribo en este sentido plenamente el artículo publicado sobre el particular por el también arquitecto  Fernando Mendoza -que la arquitectura local no empieza y acaba en Vázquez Cosuegra- en Diario de Sevilla. En esta nueva versión de la ciudad dual y bifronte me alineo en el bando de los mendozistas. No estoy de acuerdo en absoluto con quienes van llorando por las esquinas lamentando lo que consideran una irreparable pérdida. Me podrán llamar carca, rancio o inmovilista, pero yo no quiero más torres  Pelli o más Setas en el corazón de la ciudad. Si esto no se asegura, por lo menos que me quede como estaba. Con lo que pierde Sevilla es con actuaciones como las citadas o como la de la biblioteca del Prado, en las que se atropella a la razón, a la ley o a ambas cosas a la vez.  El valor de las Atarazanas está en el propio edificio y en su vinculación a la historia de la navegación, en la que tanta importancia tuvo Sevilla, aunque muchos parecen ignorarlo, encandilados siempre con la última novelería “progresista”.

lunes, 3 de diciembre de 2012

LA MULA, EL BUEY....Y AHORA LOS REYES


Leía este verano el último ensayo publicado de Mario Vargas Llosa, tan brillante como de costumbre, titulado “La civilización del espectáculo”. En él, el Nobel hispano-peruano defiende que  “el primer lugar en la tabla de valores vigente lo ocupa el entretenimiento, donde divertirse, escapar del aburrimiento, es la pasión universal. Este ideal de vida es perfectamente legítimo, sin duda. Sólo un puritano fanático podría reprochar a los miembros de una sociedad que quieran dar solaz, esparcimiento, humor y diversión a unas vidas encuadradas por lo general en rutinas deprimentes y a veces embrutecedoras. Pero convertir esa natural propensión a pasarlo bien en un valor supremo tiene consecuencias a veces inesperadas. Entre ellas la banalización de la cultura, la generalización de la frivolidad, y, en el campo específico de la información, la proliferación del periodismo irresponsable, el que se alimenta de la chismografía y el escándalo”.
Un ejemplo muy claro de esto lo tenemos, por lo general, incluso en prensa de prestigio, en la información sobre la religión o de temática religiosa. Por no entrar en otros temas más escabrosos, recuerdo hace unos meses un titular en El Mundo, en información firmada por el inefable José Manuel Vidal, que decía ·Los católicos franceses contra el teatro español. Leías después el texto y resultaba que se trataba de una vigilia de oración convocada por el arzobispo de París en desagravio por el estreno de la obra de un autor hispano-argentino de carácter posiblemente balsfemo, porque ya se sabe que, hoy día, ofender los sentimientos religiosos católicos sale gratis, a diferencia de lo que ocurre con otras religiones, y además da publicidad. Pero la imagen que se desprende del llamativo titular es poco menos que  la de la Iglesia católica francesa promoviendo quemas de libros de Lope, Calderón, Valle-Inclán, García Lorca o Buero Vallejo. Nada más lejano de la realidad, pero muy apropiado a los cánones de la civilización del espectáculo.
La más reciente muestra de este fenómeno la tenemos con motivo de la publicación del último libro de Benedicto XVI, “La infancia de Jesús”. A la prensa no se le ha ocurrido resaltar otra cosa que un aspecto puramente anecdótico.  Así  por ejemplo en “El País” de 21/11/12 hemos podido leer “El Papa afirma que no había ni mula ni buey en el portal de Belén. Otros titulares por el estilo han sido Ni mula ni buey: el Papa pone patas arriba el portal de Belén” (Sur, Norte de Castilla, Hoy..) “Jesús no nació en Belén junto a un buey y una mula, según el Papa(La Vanguardia) o “¿Debemos quitar la mula y el buey del Belén esta Navidad?”  (ABC).
Para empezar el Papa – que escribe el libro como simple teólogo, no como pontífice- le dedica al tema una página, a modo de “pequeña divagación”, y no dice exactamente que no hubiera mula ni buey en el portal. Se limita constatar que ni el evangelio de Lucas ni el de Mateo, que son los que tratan el nacimiento de Jesús, los mencionan. Esos textos llevan casi dos mil años con nosotros, con lo que no puede decirse que esto sea nada noticiable. Pero a continuación lo que hace precisamente es explicar la presencia de tales figuras en las representaciones del portal desde muy temprana hora, basándola en referencias de Isaías, Habacuc y  Éxodo, para terminar expresamente diciendo: “Ninguna representación del nacimiento renunciará al buey y al asno.
Benedicto XVI aborda muchas cuestiones profundas y trascendentes, al menos para los creyentes, en su libro. Algunas ciertamente comprometidas para la mentalidad de nuestro tiempo, como la virginidad de María. Ratifica  la historicidad esencial de los relatos frente a las “conjeturas personales” de quienes la cuestionan. Reafirma la verdad de Dios, que se opone a “la multiforme mentira del hombre, a su egoísmo y su soberbia”. Interpela: “¿qué cristianos se apresuran hoy cuando se trata de las cosas de Dios?” O denuncia la teología “que se agota en la disputa académica”.
         Pero claro, todo esto es demasiado serio para el ambiente de frivolidad, de superficialidad y de vacuidad  en que se mueve hoy día nuestra  civilización. Entrar en ello requiere reflexión, análisis…¿A quién, entre el gran público, le van a interesar esas cosas? Es mejor quedarse con el chascarrillo de la mula y el buey, que entretiene y hace gracia y se puede hablar de ello en la barra de un bar (y nada más que en la barra de un bar). Ahora surge la cuestión de si los Reyes Magos eran “andaluces”….Es  lamentablemente “el espíritu de nuestro tiempo”. Hemos preferido  quedarnos en lo banal y renunciar a lo esencial, tendiendo a convertirlo  todo en puro pasatiempo. No es que lo diga yo, lo dice Vargas Llosa, y creo que tiene razón.

viernes, 30 de noviembre de 2012

LA COMISIÓN PARIÓ UN RATÓN



¿Pero alguien de verdad podía esperar otra cosa que el aborto parido por la comisión parlamentaria de investigación sobre el fraude de los ERE? ¿Puede ser investigador quien al mismo tiempo es investigado?  ¿Puede el PSOE contribuir a esclarecer  las vergüenzas del sistema que ellos mismos han montado para asegurarse la hegemonía por los siglos de los siglos en nuestra comunidad? Porque no se olvide que una de las características del régimen político en Andalucía es la perfecta confusión entre la administración y el partido que la domina desde hace más de treinta años. Legislativo, ejecutivo y partido conforman una especie de nada  misteriosa trinidad laica: tres personas distintas y un solo poder verdadero. No se puede pedir a esta gente que se den un tiro en el pie, cuando no más arriba, yéndole tan bien como les ha ido hasta ahora con el negocio que tienen montado.
La única posibilidad residía en que IU tuviese un ataque de decencia. Pero está claro que quienes van haciendo bandera de la honestidad (dime de qué presumes y te diré de lo que careces) la dejan en el felpudo de la puerta nada más acceden a los despachos del poder. Parece evidente que entre los pactos secretos y vergonzantes de la coalición social-comunista estaban el hacer la comisión, antes repetidamente denegada, para contentar a las bases más recalcitrantes, pero sin llegar a hacer sangre. Faena de aliño, paripé, y a otra cosa mariposa. Que no es cuestión de ponerse a mal con el señorito que tan bien nos trata y tan bien nos ha acogido en su cortijo. ¿Qué hay que taparse la nariz? Se tapa. ¿Qué hay que construir explicaciones y discursos delirantes? Se construyen, que en eso somos especialistas ¿Qué hay que acallar a los cuatro idealistas que todavía nos quedan? Disponiendo de presupuesto todo es más fácil.
Hasta aquí, todo normal. Pero estos tíos son tan artistas, que encima tienen le desfachatez de pretender endosarle la responsabilidad del fracaso de la comisión al PP, única formación que, aunque sólo fuera por razones partidistas, ha intentado con más o menos acierto llegar al fondo del asunto. Pienso que por cuestiones básicamente de higiene no se debe llegar a tanta desvergüenza, porque es que vamos a tener que ir con mascarillas por las calles. Confórmense con que el Parlamento de Andalucía no le haya sacado tarjeta roja al máximo responsable político de la trama y no vayan encima vacilando como los chulos de barrio.
Al fin y al cabo, la verdad no es democrática. A mi particularmente me es indiferente que la comisión hubiera elaborado unas conclusiones y que esas conclusiones fueran aprobadas o no por la cámara. Porque a mi las conclusiones que me importan son las mías, y entre ellas están que se han levantado 1.200 millones de euros de nuestro dinero de forma irregular para repartir entre amigos y afectos al régimen, que hubo hasta quince informes de la intervención general denunciado los hechos y que los responsables de hacerlo no movieron  un solo dedo para evitarlo. De lo cual sólo pueden derivarse dos consecuencias alternativas: o su total incompetencia o su total connivencia. La primera de ellas ya determina de manera inequívoca la responsabilidad política de quien fue consejero de Economía primero y presidente de la Junta después, que consiguientemente debería estar ya en su casa. Si hubo de la segunda lo dilucidarán los tribunales en su momento, si es que las cosas no se tuercen, y entonces el personaje a lo mejor tiene que cambiar nuevamente de residencia.
Estas conclusiones creo que pueden ser compartidas por la mayoría de los andaluces medianamente informados. En cualquier lugar de del mundo civilizado ello supondría el destierro de la vida pública de todos los implicados. Pero aquí no passssa nada, como diría el maestro Antonio Burgos. Todo esto se sabía ya más o menos en marzo, y no hubo mayoría suficiente para desbancar a esta banda. Es lo que hay y va a ser difícil cambiarlo. Por la habilidad de unos, por la torpeza de otros, o porque es nuestro fatal destino. Por eso casi estoy por apoyar la iniciativa que Eduardo Maestre ha planteado  a través de su grupo de facebook "Fuera de la política" y pedir asilo político en algún consulado, huyendo del expolio y de la infamia, para simbolizar mi descontento, mi rechazo y mi hartazgo por estos 30 años de corrupción indestructible.

martes, 27 de noviembre de 2012

LA MONTAÑA


De repente apareció allí, recortándose imponente sobre el horizonte,  alzándose más de dos mil metros sobre el nivel del cercano mar, con su tocado de nubes blancas, con  sus empinadas laderas surcadas por inaccesibles barrancos,  desafiando con su altiva presencia a los que nos acercábamos a su base con la intención de conquistarla e infundiéndonos respeto ya desde el inicio. 
La montaña es un lugar para olvidarse de las prisas, para ejercitar la paciencia, para ensayar el temple y la calma ante las dificultades. Un lugar para encontrarte contigo mismo y probar tus límites, para fundirte  con una    naturaleza de la que procedemos, pero a la que trascendemos. Cuando estás en ella te sientes como lo que eres: un pequeño ser que sin embargo a base de esfuerzo y tesón es capaz de conquistar algunas metas. Tomas conciencia de tu insignificancia al mismo tiempo que de tus potencialidades.  Sir Edmund Hillary, el primer hombre que pisó la cumbre del Everest, mantenía que no conquistamos las montañas, sino a nosotros mismos. En la montaña aprendes a conocerte, que no es poco.
Pero no te equivoques: si ella no quiere, no te deja  Estás allí a merced de los elementos, en un medio que no es el tuyo, con condiciones climatológicas cambiantes, a kilómetros de distancia de los núcleos de población. Dependes de tu capacidad y de la solidaridad de los que te acompañan. Tienes que confiar en ti, pero también en los que van contigo, y en último extremo has de tener la humildad de reconocer, sin caer en el desaliento, que hay unas barreras que puedes superar y otras no. ¿No es una buena enseñanza para la vida? Hay un pensamiento  montañero muy famoso que se atribuye a Harold V. Melchert que dice:   Vive tu vida como si subieras una montaña. De vez en cuando mira la cumbre, pero más importante es admirar las cosas bellas del camino. Sube despacio, firme, y disfruta cada momento. Las vistas desde la cima serán el regalo perfecto tras el viaje.


A las cabras monteses, compañeras habituales en las alturas,  no se les ocurre bajar al llano. Sin embargo nosotros nos empeñamos en subir, para escudriñar, para descubrir, para averiguar qué se ve desde lo alto, para experimentar qué se siente en esas soledades, en ese silencio de las cumbres, para disfrutar más intensamente de nuestra libertad. Porque la libertad es lo que te permite  hacer las cosas difíciles no porque tengas que hacerlas, sino porque conscientemente las eliges de entre otras posibilidades. Es lo que nos diferencia a los humanos de otras especies.
Abraham, Moisés o Elías subieron a la montaña y encontraron en ella a Dios. Yo, cada vez que subí a la cima,  y sin haber tenido ninguna experiencia mística, creo que he bajado siendo mejor de lo que era antes. Por eso, todavía me duelen las piernas de la última ascensión cuando ya estoy pensando en la siguiente.



lunes, 19 de noviembre de 2012

DEGRADACIÓN DE LA DEMOCRACIA


La semana pasada ocurrieron cosas muy graves en nuestra comunidad autónoma  que sólo contribuyen al desprestigio y desacreditación de la democracia como sistema político, propiciadas paradójicamente por quienes deberían ser sus principales defensores.
Me refiero en primer lugar al hecho vergonzoso del cese de la actividad en el Parlamento de Andalucía con motivo de la huelga general convocada para el 14 de noviembre por los sindicatos UGT y CCOO y un grupo de oscuras organizaciones agrupadas en la autodenominada Cumbre Social. Partiendo del respeto por el derecho de huelga –por más que este no pueda amparar cualquier tipo de conductas- y del papel que cada uno de los agentes sociales ha de jugar en nuestro sistema, cuando el propio poder parlamentario piensa que hay que dar  prioridad a la protesta callejera es que está cuestionando su propia legitimidad, incurriendo en una peligrosísima dejación de funciones, pues se transmite la idea de que a través de  determinadas presiones se puede tergiversar la voluntad popular expresada en el único lugar conocido hasta la fecha en que no existe trampa ni cartón, que es en las urnas.
El segundo hecho se dio dos días después, cuando el presidente de la Junta de Andalucía ninguneó en la cámara parlamentaria –esa que se paraliza por una minoritaria protesta sindical- al portavoz  del partido político ¡¡¡que ganó las últimas elecciones en Andalucía!!! nada menos que en el debate de presupuestos. El señor Griñán no puede decir, con el cinismo que le caracteriza, que él sea el presidente de todos los andaluces –y las andaluzas-, cuando ni siquiera escucha los planteamientos de la opción política que hoy por hoy, mal que le pese,  es la mayoritaria en la comunidad.
Es comprensible que a Griñán le moleste escuchar reclamaciones tan de sentido común como que se pague a los proveedores, que se pague  a las escuelas infantiles, que se pague a los colegios concertados, que se pague a las universidades, que  se pague a los abogados de turno de oficio, que se pague a los empresarios de la construcción que mantienen miles de empleos, que se pague a los Ayuntamientos por servicios básicos que prestan en nombre de la Junta de Andalucía….Porque es muy fácil decir que no se recorta cuando se deja simplemente de pagar a todo quisqui. O que le fastidie tener que oír la demanda de que se utilicen los presupuestos para dinamizar la economía y no para mantener la estructura de paniaguados que han montado, ahora incrementados con los de sus cómplices comunistas. Pero no hacerlo supone la más palmaria evidencia de que el debate parlamentario en Andalucía es pura pantomima, y se da la razón a quienes preferirían mejor prescindir de tales “exquisiteces”. Y es que con “amigos” así, que se han apropiado del poder para su exclusivo interés y beneficio, la democracia no necesita enemigos. 

miércoles, 14 de noviembre de 2012

FRACASO SINDICAL


Mi jornada de “huelga” comenzó a las nueve de la mañana con un lanzamiento en un local, al que llegaron puntuales la comisión judicial, el cerrajero, mi procuradora y hasta el propio desahuciado, que el hombre colaboró en lo que pudo. El bar de la esquina estaba abierto, por lo que pude tomarme un café. A un comercio sin embargo le habían echado silicona en la cerradura, y allí estaban intentando abrirlo. Acudí después a una cita con una cliente. Por teléfono hablé con el banco para resolver otro asunto. A las once, una remoción de depósito, a la que también asistió la comisión judicial, aunque en este caso el pájaro se escabulló y no se pudo practicar la diligencia, algo habitual. A las doce estaba en el CEMAC, para una conciliación de un despido. Aquello estaba desgraciadamente de bote en bote. Digo desgraciadamente porque me temo que la mayoría de los asuntos serían de  despidos, como el mío. Realicé la segunda consumición de la mañana en una cafetería, mientras mi cliente me explicaba algunos pormenores de su caso.  Hice una gestión en el vecino SERCLA, donde  no faltaba ni el Tato. De allí me fui a la Universidad. Aquí la cosa era distinta. La muchachada lógicamente necesita poca excusa para dejar de ir a clase. Y en cuanto al profesorado, como allí no descuentan el salario, pues resulta gratis. Así que ambiente tranquilo, con escaso público en los bares de la zona, todos abiertos, a la espera de que fuera llegando el personal proveniente de la manifestación a tomar la cervecita. En mi despacho profesional, en las inmediaciones, atiendo varias llamadas de clientes, que también están trabajando. Cuando salgo, efectivamente hay ya en los bares bastantes clientes con sus banderas y pegatinas. De vuelta a casa, el tráfico es denso y hay atascos. En definitiva todo muy parecido a cualquier día normal de trabajo, si no es por la manifa. Al oir por la radio del coche hablar a Toxo y a Méndez diciendo que el paro ha sido del 80%, uno, o casi total, el otro, no puedo contener la carcajada.  
         Pero al llegar a casa me entero de que no todo es para tomarlo a broma. Mi hija mayor me cuenta que cuando llegó a las ocho de la mañana a su colegio se encuentra con que un grupo de “valientes” sindicalistas estaban apostados en la puerta, ¡¡¡cortando el paso al interior del centro a los alumnos!!! Afortunadamente mi mujer la acompañaba, y con la ayuda del director y el jefe de estudios consiguió que entrara, pero ¿y los niños que iban solos?¿por qué tienen que enfrentarse a una situación así? ¿y si en vez de mi mujer voy yo, que tengo la sangre más caliente? ¿quiénes se han creído que son los mafiosos estos para siquiera acercarse a un colegio? Así es comprensible que ante una convocatoria de este tipo mucha gente opte por no tener problemas, y quedarse en su casa. Es el miedo, y no otra cosa, lo que hace que la huelga tenga algo de incidencia, que es diferente del seguimiento. ¿Quién le asegura a cualquier comerciante que no va a verse acosado como el del negocio que han recogido las cámaras de Libertad Digital TV? ¿Y si no está allí la policía para defenderlo? ¿Si no abre es que secunda la huelga, o es que no quiere que le rompan el escaparate? Pretender que unas organizaciones que no tienen reparo en usar la coacción y el miedo para incrementar la dimensión de su protesta puedan dictar la política de un país es apostar por la ley de la selva. Hoy día los piquetes no tienen ningún sentido y no sirven más que para coaccionar.  Mientras los sindicatos no se den cuenta de que estamos en una democracia del siglo XXI y que sus métodos, forjados en la lucha clandestina hoy innecesaria,  ya no son admisibles, no merecerán más que el rechazo de la gente sensata. Es ahí, en la raíz, donde radica su fracaso, sin necesidad de entrar en las cifras.

lunes, 12 de noviembre de 2012

CONTRA LA CLASE MEDIA


Hace unas semanas el expresidente del Gobierno y presidente de honor del Partido Popular, José María Aznar, alertaba sobre los peligros que acechan a la clase media en nuestro país en la situación de crisis que padecemos. El actual Gobierno de la nación, presidido ahora por su delfín Mariano Rajoy, parece sin embargo no hacerle mucho caso, o al menos su Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, impulsor de una reforma legislativa que pretende extender e incrementar de manera desorbitada las tasas que los ciudadanos en general tendrán que abonar para acudir a los tribunales.
Las vigentes tasas judiciales vienen rigiendo desde el año 2003 para quienes promueven  la actividad de los tribunales, pero hasta ahora se contemplan importantes exenciones  tanto objetivas como subjetivas, entre las que se incluyen las de las personas físicas, entidades sin ánimo de lucro y pequeñas y medianas empresas, las cuales desaparecerán a partir de enero.
La medida, que ha sido rechazada por la totalidad de los operadores jurídicos, supondrá, si nadie lo remedia, un notable encarecimiento de los procesos, que muchos ciudadanos no podrán afrontar. Cuando tanto se discute acerca de copagos sanitarios o sobre euros por receta, resulta sorprendente que se imponga  esta nueva forma de  repago sin excesivo revuelo. Porque si la sanidad es un pilar del Estado del bienestar, la justicia lo es del Estado de derecho. La tutela judicial efectiva es uno de los derechos fundamentales que reconoce nuestra Constitución (art. 24),  y que sólo puede dispensar el Estado, pues aunque la justicia emana del pueblo (o al menos eso dice el art 117 CE), su administración se encomienda en exclusiva a uno de los poderes estatales, como es el judicial. La impartición de justicia es pues una de las funciones esenciales e irrenunciables del Estado. Sólo un poder del Estado, al que se atribuye el monopolio legítimo de la violencia (Max Webber), puede juzgar y hacer juzgar lo juzgado. Por lo tanto, si el Estado no emplea los recursos que nos extrae coactivamente en la Administración de Justicia ¿en qué los va a emplear? ¿en regalar ipads y smartphones a los diputados?
Pero si criticable es la medida, lo que más me fastidia es la lastimera justificación del ministro: se aumentan las tasas, dice, para garantizar la justicia gratuita, que es el derecho que se reconoce a los litigantes con insuficiencia de recursos (calcúlese con ingresos por debajo de unos 15.000,-€ anuales). Es decir, que en lo sucesivo, para litigar habrá que ser rico, y no importarte  por tanto el coste de los pleitos,  o ser pobre para que te designen abogado y procurador de oficio y te eximan del pago de todo tipo de tasas y depósitos. A la clase media no nos quedará otra que  o tomarnos la justicia por nuestra mano o la socorrida receta del ajo y agua.
Si necesitan dinero para la justicia gratuita, y la necesitarán, porque los abogados llevamos sin cobrar no sé cuánto tiempo, que  lo busquen en otra parte, pero que dejen de meternos la mano en el bolsillo a los de siempre. Si esto lo unimos a otras reformas que se han ido introduciendo en los últimos años, como la generalización de los depósitos para recurrir o la imposición de las costas en el orden contencioso-administrativo por criterio de vencimiento, nos encontramos con que en lo que más énfasis han puesto nuestros gobernantes para arreglar la alarmante  precariedad de medios de nuestra  Administración de Justicia es en poner cada vez más trabas a que los ciudadanos de a pie puedan acudir a ella. Esto sí que pone en riesgo el sistema, y no otras monsergas que se escuchan por ahí.

sábado, 3 de noviembre de 2012

BABYLON ON LINE


Acabo de asistir a través de internet al estreno mundial de Babylon, la nueva ópera del compositor Jörg Widmann con libreto del polémico filósofo Peter Sloterdijk, representada esta tarde en la Ópera Estatal de Baviera. Una historia de amor con trasfondo religioso, en que se mezclan las leyendas babilónicas (de las que también bebe por ejemplo La Flauta Mágica) con los relatos bíblicos de las trompetas de Jericó, el exilio y el diluvio, junto con el mito de Orfeo y Eurídice. Antiguas narraciones para una creación de nuestros días que se ofrece al mundo a través de las TIC.


La música no puede decirse que sea arrebatadoramente bella…según los cánones clásicos. Más bien puede resultar extraña, a veces chocante, y por momentos insoportable, a pesar de la excelente dirección de Kent Nagano, un maestro en repertorios contemporáneos. A mi personalmente hay pasajes que me gustaron más que otros. Pero la puesta en escena de Carlus Pradissa (La Fura dels Baus) es de una creatividad y de una fuerza visual impactantes, con fuego y lluvia en el escenario incluidos, y con elementos tan familiares  a nuestra cultura como un retablo de ánimas en la escena del descenso de Inanna al submundo para rescatar a su amado Tammu de entre los muertos, o la presencia del toro (¿podrá representarse en el Liceo?). Esto me hace mantener elevadas mis expectativas respecto al Sigfrido del que disfrutaremos el próximo mes en Sevilla.
En el elenco de cantantes destacó Anna Prohaska como Inanna, bellísima y  con gran soltura en lo musical y en lo escénico, y William Willard en su doble papel de Rey-sacerdote y Muerte, hierático y mayestático en el primero con su voz de bajo profundo,  y con gran mérito interpretativo en un registro de voz incalificable en el segundo. Reseñable también Claron McFadden en el papel de Alma. El resto bastante hizo con no naufragar en unas partituras realmente exigentes.


Esta fue la primera transmisión de la temporada desde el teatro muniqués, de un buen número de ellas que se anuncian para este año. Y a pesar de la fama germánica resulta que falló el servidor, con lo que el streaming en los primeros minutos no funcionaba, aunque después ha ido perfectamente. Lo que no  fueron posibles son los subtítulos anunciados, lo cual hacía algo más difícil seguir el desarrollo de la obra. Pero en cualquier caso ha resultado un espectáculo grandioso, como sólo la ópera puede ofrecer.


martes, 30 de octubre de 2012

THAÏS: DOMINGO EN EL MAESTRANZA


Anteayer fue el estreno de mi temporada de ópera en el Maestranza, por cierto el mismo día que asistió Cayetana de Alba, perseguida como siempre por la prensa rosa. Se representaba la obra “Thaïs”, del compositor francés Jules Massenet, con libreto de Louis Gallet. Una historia en que se enfrentan  el ascetismo y la sensualidad, el amor espiritual y el amor carnal, cuyos protagonistas comienzan en una posición para terminar cada uno de ellos justamente en la opuesta, paradójicamente por la mutua influencia que ejercen el uno sobre el otro al  cruzarse en sus respectivos caminos de evolución. Se pueden hacer las interpretaciones que se quieran, pero me resulta llamativo que en el programa de mano, al interés que el monje Athanaël siente por la conversión al cristianismo de la sacerdotisa de Venus Thaïs, dedicada a la prostitución sagrada, se le llama fanatismo. ¿Cómo le llamamos entonces a la campaña del Ayuntamiento en contra del sexo pagado?¿Podríamos ver en Zoido un fanático eremita ocupado en la conversión de todas la hetairas de la ciudad?
Tenía lógicamente expectación por escuchar de nuevo a Plácido Domingo en directo, después de no sé cuántos años de ausencia como cantante de nuestro teatro (la última vez también con una ópera de Massenet como “El Cid”, aunque sí que vino más recientemente como director de una Traviata). Pero también a la georgiana Nino Machaidze, una de las sopranos más aclamadas del momento -desde su irrupción en Salzburgo sustituyendo inesperadamente nada menos que a Anna Netrebko en una representación en 2008-,  nueva en esta plaza. Para los que no lo sepan, la Machaidze viene de triunfar este año una vez más en el festival salzburgués (Musetta), y sus próximos compromisos son en el MET neoyorkino, el Liceo barcelonés o la Staatsoper vienesa. Como era de esperar, ninguno de los dos decepcionó. Plácido interpretó con maestría insuperable el papel de Athanaël, en un registro, el de barítono, que no es en el que ha desarrollado su dilatadísima carrera artística, pero al que  su portentosa capacidad vocal –ha cantado desde Haendel hasta Wagner- y  forma de decir la música  le permite adaptarse a la perfección. Demuestra además valor y confianza plena en sus posibilidades el tenor madrileño al ponerse al lado de una partenaire de primer nivel y a la que más que dobla la edad. Como contrapunto al ascetismo del protagonista masculino, Matchaidze encarnó una Thaïs de espléndida belleza física y vocal, con exquisito gusto en el canto, y brillante en todos los aspectos.
El resto del elenco dio cumplida réplica, especialmente Antonio Gandía (Nicias), y en el foso, la ROSS dirigida por Pedro Halfter ofreció las prestaciones que suele, sobre todo en este tipo de repertorio,  con mención especial al famoso pasaje de la “Meditación”. No se quedaron atrás el  coro y algunos de sus componentes que intervinieron como solistas.
Sobre la producción (Nicola Raab), deslocalizada de la Alejandría del siglo III d.C. a la Francia imperial, choca de principio la transformación del cenobio monacal en una logia masónica, pero aparte de las incongruencias con el libreto que siempre presentan este tipo de planteamientos, resulta de  una gran vistosidad, con efectos escénicos llamativos y una gran riqueza de vestuario (Johan Engels).
Un espectáculo en suma de altísimo nivel, que  debemos al buen hacer de la dirección del teatro, en estos momentos de asfixia financiera, y al gesto de Plácido Domingo para con la ciudad, a la que ha traído un festival que contribuirá a ponerla en los circuitos internacionales de la música (se notaba la presencia en la sala de más personal foráneo del habitual). Sólo una pega ¿por qué una ópera en un  domingo de otoño tiene que empezar a las 20,30, para que el personal esté deseando salir corriendo nada más terminar el último acorde?


sábado, 27 de octubre de 2012

¿PARA QUÉ LA FAMP?


He percibido cierto desconcierto por la decisión del Partido Popular de abandonar la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP).  El personal  no esta acostumbrado a que gente de orden, como se le presupone a los peperos, se vaya de ningún sitio dando un portazo, como esta semana pasada ha decido la formación política liderada por Zoido. Lo usual es tragar con carros y carretas  ante los desmanes de los señoritos del régimen “para que no se diga”. Pero esta vez no ha sido así. Hasta dónde habrá llegado la cosa.
Creo que en parte es también debido a que existe bastante confusión al respecto, que conviene aclarar. La  FAMP es una entidad constituida al amparo del derecho de asociación  que agrupa a las entidades locales andaluzas (municipios, diputaciones, mancomunidades..) que voluntariamente se adhieran a la misma. No es por tanto un órgano institucional de la administración, ni estatal ni autonómica ni local. Se fundó en el año 1985 y desde entonces, que ya ha llovido, ha estado  controlada por el PSOE, como partido hegemónico que ha sido en las entidades locales afiliadas, que son el 99% de las de la Comunidad Autónoma. Pero tras el vuelco producido en las últimas elecciones municipales, el PSOE no se da por enterado y pretende seguir mandando en su chiringuito, al que después de tanto tiempo, le han cogido especial cariño, lo que ha provocado el lógico enojo popular. Pero hay por tanto que precisar que quien abandonará la FAMP no será el Partido Popular, sino las corporaciones locales en que este tenga mayoría para adoptar el correspondiente acuerdo de causar baja.
Conforme a lo anterior, a Mario Jiménez -el chico de los recados de Griñán- que ha salido corriendo a afear el supuesto carácter antidemocrático del PP por esta decisión, habrá que recordarle que el primer derecho democrático en una entidad de carácter asociativo como la FAMP es el de pertenecer o no a la misma. Si te gusta te apuntas, y si no te gusta te vas y ya está, y eso es tan democrático como quedarte. Si no es mucho pedir, que se lea el sr Jiménez los estatutos antes de dar lecciones de nada ni de repartir o retirar carnets de demócratas.
Llegados a lo cual lo que debemos preguntarnos los vecinos de aquellos municipios que supuestamente  van a salir de la FAMP en los próximos meses no es si es democrática o no, que lo es, sino  si vamos a vernos afectados por esta decisión. La respuesta es bien sencilla: absolutamente en nada. O mejor dicho, vamos a ganar que el dinero que nuestro ayuntamiento pagaba como cuota de afiliación se pueda  destinar a otros fines más productivos. Porque la FAMP es uno de esos engendros perfectamente prescindibles, que sólo obedecen a la estrategia de creación de organismos paralelos a los de la administración para solaz de políticos aburridos y mantenimiento de las redes clientelares, con nuestro dinero y sin el debido control. No tiene, como ya hemos dicho, ningún tipo de competencias administrativas. Sus fines son perseguibles sin su concurso, a través de otros mecanismos. Los servicios que pueda prestar la federación a sus afiliados, a los ayuntamientos grandes les sobran, y a los pequeños, para eso están las Diputaciones y Mancomunidades, por lo que son redundantes. Por lo demás, alberga en su seno otra serie de tinglados de utilidad tan dudosa como un conjunto de redes (ojo al dato: Red Andaluza de Ciudades Saludables, Red Andaluza de Desarrollo Local, Red de Ciudades Sostenibles de Andalucía,  Red Andaluza de Municipios Libres de Violencia contra las Mujeres) cada una de ellas supuestamente con sus correspondientes “pescadores”, y un buen surtido de observatorios (Observatorio Electoral desde la Perspectiva de Género, de Participación Ciudadana, de Salud desde lo Local, de la Cultura Local en Andalucía, o de Políticas Municipales para la Igualdad de Oportunidades de Mujeres y Hombres), que digo yo que algunos aficionados al voyerismo debe haber allí, para que les guste tanto mirar.
En definitiva la decisión del PP  me parece perfectamente justificada, y no cabe  sino aplaudirla, aunque mejor hubiera sido que la razón para ello fuese la inutilidad del organismo, y no el coyuntural hecho de no poder controlarlo a causa de las maniobras torticeras del adversario político para retenerlo bajo su dominio. Esperemos por tanto que el asunto no tenga marcha atrás, y que en un futuro no muy lejano la FAMP desaparezca totalmente, como tantos otros entes injustificables en los que se tira miserablemente nuestro dinero para exclusivo lustre y beneficio de unos cuantos políticos y sus amiguetes.

viernes, 19 de octubre de 2012

ELOGIO DE LA POLITICA


Uno de los rasgos característicos de la situación que vivimos es la queja generalizada y creciente acerca de los políticos. Pero no podemos olvidar que si queremos democracia tiene que haberlos, porque son consustanciales a ella. Son los que personifican la existencia de diversas opciones, hacen posible su contraste y en definitiva permiten elegir cívicamente entre ellas las que a la mayoría parezcan más adecuadas. Las alternativas son la dictadura (Franco recomendaba: “haga usted como yo, no se meta en política”) o la revolución (para Marx la política es impotente), soluciones ambas que las personas amantes de la libertad y la moderación rechazamos por razones obvias.
Dice Popper que la democracia es el sistema en que los gobernados pueden liberarse de forma relativamente fácil de los gobernantes, a través de elecciones, por contraposición a la tiranía, en que esa liberación generalmente sólo puede producirse a través de la violencia. De lo que no pueden sin embargo liberarse los gobernados en democracia, esto lo digo yo,  es de los políticos. Podrán echar a unos pero tendrán que elegir a otros. Es una de las servidumbres de la democracia: que te tienes que ocupar de ella. Ya decía Pericles que “el ciudadano ateniense no descuida los asuntos públicos por atender sus negocios privados…No consideramos inofensivos, sino inútiles, a aquellos que no se interesan por el Estado…”.
         La restauración de la democracia en nuestro país suscitó el interés por la política de muchos y muy cualificados ciudadanos que apreciaron en lo que vale, tras tantos años de privación, esta forma de participación en la vida pública. Pero esta primera hornada de políticos, que hicieron posible  nuestra bien afamada transición,  desapareció de escena, por ley de vida, y sin que se sepa bien cómo ni por qué, aunque algunas pistas pueden tenerse, comenzaron a ser sustituidos por sucesivas camadas en las que el nivel iba descendiendo vertiginosamente. De manera que lo que entonces era percibida como una ocupación honrosa, hoy se mira con especial recelo, y está tan envilecida que pocas personas que hayan alcanzado prestigio en su vida profesional están dispuestas a involucrarse en ella. Como consecuencia de ello, salvo honrosas excepciones, la categoría media de la clase política ha descendido muchos escalones, y esto lo sufre el país.
¿Qué podemos hacer ante esto los ciudadanos? Lo primero, se me ocurre, es no caer en la conclusión simplista de que “todos los políticos son iguales”, porque no es cierta. Dentro de la devaluación general, hay que admitir que existen  personas más  honestas y más preparadas que otras  entre las que se ocupan hoy de los asuntos públicos, y nuestra primera tarea sería tomarnos la molestia de separar el grano de la paja, y no meterlo todo en el mismo saco. Lo segundo es, en contra de lo que hoy propugnan muchos, tomar un papel más activo en política, y no precisamente  pasar de ella. No basta con quejarse. Hay que ser capaces de construir alternativas si lo que hay no nos convence. Lo que no se puede pretender es articular la vida pública a base de pancartas y de pataleta momentánea. Decir simplemente no sin plantear alternativas compartibles por amplios sectores no lleva a ninguna parte. O mejor dicho, sólo nos puede llevar a un remedio que sea peor que la enfermedad.
En un sistema democrático los ciudadanos no podemos decir que seamos ajenos a toda responsabilidad respecto de la clase política que tenemos. Me parece a mi que en parte hemos hecho dejación de esa responsabilidad y esto ha permitido que se nos cuelen una serie de sujetos sencillamente impresentables. Lo ha dicho en estos días Rosa Díez: "cuando los ciudadanos pasan de la política llegan a las instituciones políticos que pasan de los ciudadanos". Eso es lo que tenemos que evitar.

martes, 9 de octubre de 2012

TARDE DE OTOÑO


Hay algunos rincones en  los alrededores de Sevilla por los que me gusta perderme de vez en cuando, ya sea caminando o en bicicleta, solo o con familia y amigos. Bueno, lo de perderme es un decir, aunque algunos que han venido conmigo sí se han perdido ¿verdad Carmen?

 Uno de esos parajes está en el Parque Natural de la Sierra Norte, a mitad de trayecto entre Castilblanco y Almadén de la Plata, en pleno Camino de Santiago. Allí acudo desde hace varios  años habitualmente por estas fechas, finales del verano, principios del otoño, a disfrutar del espectáculo sonoro de la berrea del ciervo.  Es un lugar perfecto para dar un paseo a  la caída de la tarde, cuando el olor de la jara y el romero se hacen más perceptibles, por un sendero fácil y cómodo que nos lleva bien hasta una pequeña laguna a la que pueden acudir los animales a beber, bien  hasta un mirador desde donde se domina una buena extensión de terreno agreste. Se pueden  avistar bastantes ejemplares, tanto hembras, como crías, e incluso machos con sus hermosas cornamentas.



Esto dependerá en parte de un factor de suerte –se pueden encontrar a veces incluso junto a la carretera, sólo separados por la alambrada que circunda el parque- y en parte de la habilidad que uno tenga para distinguirlos entre la arboleda, a pesar de su gran mimetismo con el paisaje. Pero lo que está asegurado es la audición del concierto de bramidos que los misteriosos machos emiten  desde los lugares más escondidos,  rompiendo la paz y el silencio del bosque de encinas y alcornoques en esta hora en que los colores se desvanecen. Incluso cuando ya es imposible verlos porque se ha echado la noche, los sientes que están allí muy cerca, empleados en sus ritos de apareamiento  a los que el sabio reloj de la naturaleza los empuja nada más caer las primeras lluvias de la temporada.



Este año la visita fue fructífera. Pudimos verlos de cerca  y escucharlos, y además la noche sin luna y sin nubes nos regaló un espectacular cielo estrellado como pocas veces he tenido ocasión de contemplar. Lástima que mi cámara no pueda dar fe de esto último. El que quiera verlo, que se de el paseo. Si le gusta la naturaleza no le defraudará.


(Por cierto, en el plano negativo, no os fiéis de los del INFOCA, que aunque anden por allí mano sobre mano -y que siempre sea así- si tenéis algún problema pasarán de vosotros olímpicamente).