sábado, 26 de enero de 2013

CICLISMO Y POLÍTICA


Practico el deporte del ciclismo desde hace mucho tiempo (¿veinticinco, treinta años?) aunque nunca lo he hecho a nivel competitivo. Me gusta pedalear, a veces por carretera, a veces por caminos perdidos. Cada modalidad tiene su encanto. Hacer un buen porrón de kilómetros disfrutando de los paisajes, del contacto con la naturaleza, de la sensación de ligereza cuando la bicicleta se desliza por un buen asfalto, de la recompensa moral del esfuerzo cuando superas una buena subida...Como aficionado he seguido entusiásticamente cada año las hazañas de Perico, Induráin o Contador pegado al televisor en las sobremesas de las tardes veraniegas.
La política es un vicio que tengo desde que me alcanza la memoria. Siempre me ha atraído y aunque en más de una ocasión he intentado desentenderme de ella -no estar todo el día pendiente de su actualidad, de sus problemas,  como hacen tantos ciudadanos que viven así más felices- siempre he vuelto a caer. Soy de los que piensan que no por no ocuparte de la política, ella va a dejar de ocuparse de ti. Sin embargo no ha sido sino hasta época bien reciente que decidí dar el paso de la militancia, afiliándome a un partido político que tras gobernar ocho años en España, acababa de perder de forma inesperada y traumática las elecciones generales.
Lamentablemente ambos mundos, el del ciclismo y el de la política, se vienen viendo convulsionados últimamente por asuntos feos y escabrosos en cierto modo relacionables. Pareciera que en ambos se han instalado en sus más altos niveles y de forma escandalosa  la  mentira y el engaño, la trampa y la doblez, la falta de ética y de vergüenza,  y que allá donde mires no encuentras otra cosa. El dopaje es la miseria del ciclismo. La corrupción la de la política. La EPO, el clembuterol o las transfusiones de sangre del ciclismo, en política se llaman 3%, sobres (¡o sacos !) con billetes de dudosa procedencia, o facturas falsas.  
 Como no he competido, nunca he ganado nada en el ciclismo, más que el disfrute de su práctica y la satisfacción íntima por alguna “hazañita”. Tampoco, lógicamente, me he dopado. A lo sumo un poco de aquarius y barritas energéticas. En política tampoco he ganado ni un solo euro. Toda la actividad que he desarrollado hasta la fecha, mucha o poca,  ha sido “gratis et amore”. Gilipollas que es uno, porque aquí ni siquiera puedo decir que haya tenido satisfacciones personales.
Mi decepción no puede ser por tanto mayor. El caso Armstrong es el acabóse del ciclismo de competición. Nunca el tejano fue santo de mi devoción, pero eso de que ahora te digan que el tío que ganó siete Tours de Francia era un tramposo, te hace dudar ya de todo. En cuanto a la política estaba acostumbrado a ver la corrupción, en dosis descomunales, en casas ajenas, pero ahora resulta que asoma también la patita en la propia. La impresión que se extrae  es la de que  lo mismo que “no se pueden ganar tantos Tours sin doparse”, tampoco se puede estar en política sin llevarse el dinero.
En todo caso hay una diferencia importante a favor del ciclismo. Armstrong ha salido, ha dado la cara, ha reconocido su culpa y ha confesado: sí, me dopé. Ha sido desposeído de todos sus títulos. Hora sería de que en España, los bárcenas, urdangarines, pujoles, duranes, guerreros, señores x, etc, tuvieran por una vez al menos un arrebato de gallardía  y reconocieran: sí, robé. Como esto no es esperable que ocurra, lo que no podemos hacer los demás es mirar para otro lado o consolarnos con la excusa de que todo el mundo lo hace, como si fuera un mal inevitable. Hay que actuar con contundencia y ejemplaridad hasta hundir en la miseria a todos esos indeseables que empozoñan la vida pública. Como esto me temo que tampoco va a ocurrir, me sitúo por el momento en un estado de escepticismo, perplejidad y casi melancolía.

sábado, 19 de enero de 2013

CROSS DE ITALICA



De mis tiempos de corredor popular, hoy obligatoriamente pasados por culpa de mi maltrecha rodilla, conservo la pasión por el atletismo. Me recuerdo a mí mismo celebrando como loco el oro olímpico de Fermín Cacho en los Juegos de Barcelona. Tan intensamente lo viví, tan enganchado estaba yo entonces a la práctica de este  deporte, tan espectacular y sorprendente fue la carrera, que literalmente me tiré de cabeza al sofá y dí la vuelta esa que ahora hacen algunos futbolistas cuando celebran los goles. Me veo años más tarde en el Campeonato del Mundo celebrado en Sevilla en 1999, corriendo al lado de Abel Antón durante unos metros por el Paseo Colón, animándolo como un poseso en su ataque definitivo hacia  la consecución de su segundo título mundial de maratón en el Estadio de la Cartuja. También recuerdo haber visto correr nada menos que a Carl Lewis y Ben Johnson juntos en la prehistórica pista de Chapina… 
Por eso cada año espero en el mes de enero la celebración del Cross de Itálica. Se trata de la prueba atlética más importante que se celebra desde hace treinta años no ya en Sevilla, sino en Andalucía. Uno de esos eventos de  auténtica categoría  que ponen a la ciudad en el mapa deportivo internacional. Por aquí han pasado todas las figuras nacionales e internacionales del cross. Desde lo primeros años, en que dominaban los portugueses Mamede, Castros…después Guerra, al imperio africano de los Kipkoech, Ondoro, Tergat, Bekele, Kipsiro, Komon, ¡¡hasta Gebreselassie!!. Aquí se ha visto correr  a José Manuel Abascal, Sergei Lebed, Rosa Mota, Gelindo Bordin, Martín Fiz, Mónica Rosa, Chema Martínez, Marta Domínguez, Merima Denboba, Linet Masai, Vivien Cheriuyot …¡¡saludé a la gran Paula Radcliffe tras su triunfo en 2001!!
Este año hemos visto peligrar la prueba “por falta de presupuesto”. La crisis ha estado a punto de  acabar con esta cita, lo que hubiera sido imperdonable. Con la crisis se siguen manteniendo eventos como la Bienal, el Festival de Cine, el FEMAS….Lo que hay que hacer es ajustar las cuentas y gestionar mejor, porque todos esos eventos redundan en beneficio general de la ciudad. Afortunadamente la Diputación, máxima responsable de la organización, ha rectificado, y ha contado con el apoyo entusiasta de los atletas, que incluso han estado dispuestos a venir a correr sin cobrar sus cachés. Aunque hay sobre esto cierta polémica que no estará de más aclarar, lo importante es que mañana, si el tiempo no lo impide, la vieja ciudad romana volverá a renacer, a llenar sus calles de público que acudirá  a contemplar el espectáculo del deporte en estado puro, en su versión más primigenia,  más clásica, la que se remonta a los orígenes de nuestra propia cultura: el atletismo.  

lunes, 14 de enero de 2013

GAMBERROS FASCISTAS


Acabo de regresar de una conferencia. Bueno, de un intento de conferencia. Me imagino que esto sería común en  los tiempos de Franco. La gente se citaría para escuchar hablar a  alguien y los grises o la secreta se encargarían de impedírselo. Pero no, esto ha ocurrido hoy, y no ha sido por la intervención de ninguna fuerza represiva del Estado. La conferencia del ministro Wert organizada por el diario El Mundo en el hotel Los Lebreros de Sevilla ha tenido que ser suspendida por la acción de un grupo de exaltados. Fascistas de nuevo cuño, cachorros de la izquierda totalitaria y reaccionaria, perroflautas greñudos y desaseados, “universitarios” que nunca pisan el aula (yo al menos no  he visto nunca ese tipo de gente en las mías), “enseñantes” de los que cualquier padre sensato debería apartar a sus hijos, puretas desinformados que aún no se han enterado del fracaso del comunismo,  enemigos de cualquier tipo de libertad  -empezando por la de educación y terminando por la de expresión-, abonados permanentes al parasitismo por su incapacidad para desarrollar cualquier actividad productiva…. Ejemplares de toda esa fauna, que decían defender la educación –cosa que ellos no conocen ni por el forro-   han impedido que el ministro expusiese sus planteamientos y que los asistentes interesados en ellos pudiésemos escucharlos.  
Como la mayoría no tienen ocupación conocida, los gamberros, que al fin y al cabo es lo que son,  se habían presentado en el lugar de la cita con bastante antelación a todos los que íbamos a escuchar al ministro, y habían tomado el salón donde debía desarrollarse el acto. Mala previsión de la organización, pero es que en una democracia no se pueden dar conferencias con custodia policial. El inicio tuvo que retrasarse media hora, y cuando apareció Wert todo fue un clamor de gritos, insultos, abucheos….El director de El Mundo-Andalucía, Francisco Rosell, ha intentado en varias ocasiones reconducir la situación, pero tampoco a él lo han dejado hablar. Escuchar a una persona con voz libre e independiente debe de producirles la misma reacción que a Drácula una ristra de ajos. Y claro, las criaturas con esto lo que hacían era retorcerse y echar espumarajos por la boca. Al final, tras media hora más de espera, la conferencia se ha suspendido.
Los desgraciados esto lo han tomado por una victoria. Yo me pregunto en qué sitio le habrán enseñado a esta gentuza lo que es la democracia –de lo que no tienen ni pajolera idea- para que celebren la conculcación de los derechos fundamentales de los ciudadanos. Se creerán ellos que su actitud intolerante va a conseguir que el ministro rectifique ni siquiera una coma de sus proyectos. Por mi, si alguna duda me podía ofrecer la actuación Wert al frente del ministerio, hoy tiene mi apoyo más que nunca contra esta chusma, a la que evidentemente hay que educar y a la que no se puede permitir que se adueñen de la vida pública. No porque griten mucho tienen ni un ápice de razón, y bien harían los que de verdad tienen algún interés por la educación en apartarse radicalmente de ellos en lugar de apoyarlos para sacar rédito político intentando desgastar al gobierno.

lunes, 7 de enero de 2013

EL PORTAVOZ DEL RÉGIMEN


Miguel Angel Vázquez es @               @@@@@@ el sujeto al que Griñán tiene puesto como portavoz de su gobierno. Conozco a este individuo desde hace muchos años, cuando se dedicaba a dar carreritas por el Parque de María Luisa. No lo traté mucho, porque el pertenecía más bien a la “élite” y yo era del grupo de los trotones, pero siempre tuve en el la perfecta imagen del desahogado socialista andaluz que nos pastorea desde hace tantísimos años. El típico tío que piensa que en Andalucía no se puede ser otra cosa que socialista, que quien no es socialista es un apestado “facha”,  y que siendo socialista se puede hacer lo que se quiera desde los poderes públicos, incluida cualquier tropelía y latrocinio. El típico pícaro de la política que incluso es capaz de jactarse de ello, máxime ahora que –todo el  mundo puede imaginarse cómo- ha ascendido tanto en su carrera. Para qué negar que siempre me ha caído mal.
Este es el personaje que en días pasados se ha permitido pedir que le pongan un bozal al obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández,  por sus recientes críticas a la ideología de género, tan cara a los jerarcas del régimen. Con ello se ha revelado como lo que auténticamente es: un fascista con piel de progre. Resulta especialmente incompatible con un sistema democrático que quien ejerce la portavocía del poder ejecutivo andaluz vaya pidiendo que se acallen las voces que le son contrarias. Es como decir que el único que puede hablar aquí es él y quien él diga. Por otra parte el sr. Vázquez demuestra ser un auténtico analfabeto funcional cuando defiende que nuestra Constitución consagra la disparatada ideología de género, pero no le vamos a pedir peras al olmo. Si él quiere comprar esa mercancía averiada, definida por algunos como la última y desesperada expresión del marxismo, que lo haga, pero que no pretenda imponérnosla a quienes tenemos la cabeza mejor amueblada o amedrentarnos por  no tragar con ella.
Me sorprende por todo ello que el sr. Vázquez no haya sido fulminantemente destituido de su cargo, o que nadie, ni siquiera desde la oposición, lo haya solicitado. Modesta pero enérgicamente yo me atrevo a pedirlo desde aquí. Habrá quien pueda pensar que sea por celos deportivos, pero les aseguro que es por elemental higiene democrática, algo tan desconocido por estos lares. Si viviéramos en un sistema medianamente decente no se consentirían ni por asomo, en cargos institucionales, actitudes como la de semejante animal…político.

N. del A.- Se espera de los cristianos que siempre ofrezcamos la otra mejilla. Eso se lo dejo a monseñor. Yo soy un laico pecador. Escribí  esto el sábado, cuando conocí el asunto, y he esperado a publicarlo dos días para respetar las fiestas y por ver si se me pasaba. Pero no. No vaya a ser que piensen que no sabemos rebuznar igual o mejor que ellos. Pido perdón por anticipado. 

martes, 1 de enero de 2013

AÑO NUEVO


El primer día del año amaneció gris y lluvioso. Ni los miles, los millones de mensajes llenos de  felicitaciones y buenos deseos han sido capaces de dispersar los negros nubarrones que se ciernen sobre este recién nacido 2013. Por mucho que nos sobrepongamos todo el mundo sabe que va a ser un año difícil. Seguramente no hemos vivido ninguna situación anterior en que reinara esa impresión generalizada de que el año entrante ofrece más interrogantes que certezas,  y que lo más que cabe esperar es que no sea peor aún que el extinto 2012. Yo ya propuse, puesto que todo el mundo pospone las perspectivas de  recuperación para 2014, que nos saltásemos este,  pero parece que la iniciativa no ha tenido éxito.
Como estará la cosa que es la primera vez que recuerdo haber visto asientos vacíos en la Sala Dorada de la Musikverein  de Viena en esta mañana de año nuevo. ¿La crisis o la resaca? Franz Welser-Möst volvía al podio tras su debut en 2011, a pesar de los discretos resultados obtenidos entonces. El maestro austriaco no es precisamente la alegría de la huerta. Carece del carisma de otros directores que se han visto en los últimos años (Mehta, Baremboim, Pêtre o Jansons), y no parece que se encuentre excesivamente cómodo en este tipo de repertorios. No había más que ver la cara de tensión cada vez que abandonaba el escenario para ir a beber y que le secaran el sudor, que el realizador televisivo ha tenido la mala idea de mostrarnos. Sin embargo en esta ocasión ofreció una divertida página con la deliciosa fantasía de Carnaval en Venecia (Johan Strauss padre) en el que fue repartiendo muñecos y utensilios entre los profesores para acabar tocado con un gorro de cocinero de tan fenomenal guiso. En todo caso la dirección fue precisa y eficaz para sacar partido a ese maravilloso instrumento que es la Filarmónica de Viena, y el resultado global se me antojó superior al precedente.

El programa era variado y con muchas novedades. Hasta once obras que no habían sonado nunca en los setenta años de esta arraigada tradición vienesa. Esto de las novedades es de agradecer, pero en tan gran número comporta un cierto riesgo, porque el público tiene muy claro qué es lo que espera escuchar en estos conciertos, y en un momento dado tanta innovación puede frustrar la expectativa.  Entre los elegidos, la familia Strauss -cómo no-, Lanner, Hellmesberger, Von Suppé -uno de los momentos estelares fue la interpretación de su vibrante obertura de Caballería Ligera- y por supuesto los dos indiscutibles protagonistas musicales del año: Richard Wagner y Giusseppe Verdi. Quizá no sea fácil encontrar obras de estos dos gigantes de la ópera que encajen en la idiosincrasia del concierto. El alemán creo que salió mejor parado, con su  brillante preludio del acto III de Lohengrin, frente al prácticamente desconocido –porque casi nunca se interpreta-   prestissimo del ballet del acto III del Don Carlo verdiano.
El concierto se iba desgranando con cierta frialdad cuando llegó el turno al bellísimo vals “Donde florecen los limoneros”, ilustrado para la televisión con la intervención del Ballet Estatal de Viena, momento especialmente esperado por mis hijas. Fue entonces cuando aprecié un cambio en la luz que entraba por las ventanas del salón. Me asomé y pude ver que, aunque tímidamente,  había salido el sol. Ojalá esto sea una premonición y aunque en los primeros meses del año continuemos la tortuosa senda por la que hemos transitado todo el 2012, se cumplan las previsiones más optimistas que apuntan a que a lo mejor para el segundo semestre empezamos a remontar de verdad el vuelo. Sea como fuere, os deseo a todos en este 2013 mucha salud, mucho ánimo y que la música os acompañe.