sábado, 28 de diciembre de 2013

MEJOR EN MI BOLSILLO

El Pleno del Ayuntamiento de Sevilla aprobó inicialmente ayer viernes el presupuesto general de 2014 con el voto favorable del PP y contrario del PSOE e IU. Esto no es ninguna noticia, puesto que era previsible que fuera la que  fuera la propuesta que presentase el gobierno municipal su leal oposición iba a votar en contra. Pero sí es noticia, en estos tiempos que corren, que esos presupuestos contemplan la que ha sido calificada como la mayor rebaja impositiva de la historia de los municipios democráticos, ya anticipada con la reciente aprobación de las ordenanzas fiscales para el próximo año.
Dicha rebaja alcanza los 34 millones de euros, y va acompañada de la consiguiente minoración en las partidas de gasto. Esto es, se bajan los impuestos, pero sin dejarles la roncha a los que vengan detrás incrementando la deuda, sino manteniendo la prestación de los servicios municipales mediante una mejor y más eficaz gestión de los recursos públicos.
Hasta ahora las políticas de ajuste llevadas a cabo han consistido por lo general en apretarnos el cinturón a los ciudadanos. Es por tanto alabable que una administración, la local en este caso, comience a apretárselo ella misma y nos deje a nosotros respirar un poco, que ya llevamos bastante castigo. Y es doblemente alabable porque lo fácil para un político es seguir gastando a diestro y siniestro, con la excusa de la crisis y aunque ello suponga ir en contra de sus promesas electorales. Pero es que para superar esta crisis es necesario que revivan la capacidad de consumo y la iniciativa privada. Y para la salud de la democracia es exigible que los políticos cumplan sus compromisos con quienes los han elegido.
Esta rebaja de impuestos es además  indicativa de que las cuentas municipales vuelven a la senda de la que nunca debieron haber salido. La senda del equilibrio, de la prudencia, de la contención del gasto, del saneamiento de todas las trampas que dejaron corporaciones anteriores. Esto evidentemente no es  fácil, supone sacrificios, pero hay que reconocer el esfuerzo porque sólo así se puede garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas y por lo tanto el futuro de la prestación de los servicios públicos municipales.
Pero los presupuestos aprobados tienen también sus sombras. La más llamativa, la que más resalta, es la reducción de la aportación de la Junta de Andalucía, que se sitúa nada más y nada menos que en 7,8 millones de euros menos respecto al ejercicio anterior. Minoración que además afecta a partidas tan sensibles en estos momentos como son el fomento de empleo y los servicios sociales. En mi opinión ensucian la vida pública con su cinismo quienes critican airadamente el descenso en estas partidas del presupuesto municipal cuando saben sobradamente que se debe a esa falta de financiación por parte de la administración autonómica, en actuaciones, esto hay que subrayarlo, que son de su competencia, y no del Ayuntamiento.

En esa línea de cinismo, a la que por otra parte estamos ya acostumbrados, le he escuchado decir a algún responsable socialista, despreciando la rebaja impositiva, que al fin y al cabo por término medio supone sólo un ahorro de unos cincuenta euros por sevillano. Pues si es así, en mi casa somos cuatro sevillanos, así que hagan la cuenta. Y aunque sea la mitad, o la cuarta parte.  Mejor están  esos euros en mi bolsillo que no para que se despilfarren de cualquier manera, como se ha hecho en esta ciudad hasta hace bien poco tiempo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario