Una de las cosas que más
me asquean de la política son los políticos sin escrúpulos que no tienen el más
mínimo empacho en defender una cosa y la contraria con tal de meterle el dedito
en el ojo al adversario. Es lo que en mi opinión está ocurriendo con el asunto
de la ampliación de la zona azul decidida por el Gobierno Municipal en el verano
pasado, ya la que con tanto ahínco se oponen PSOE e IU, por motivos claramente partidistas.
Se puede estar de acuerdo o no con que haya que pagar por aparcar en determinadas
zonas de la ciudad. La medida tendrá siempre sus beneficiados y sus
perjudicados. A mi particularmente me viene muy bien que haya zona azul en el
Prado, impuesta hace ya bastante tiempo no precisamente por este gobierno, porque
me permite encontrar aparcamiento para hacer gestiones rápidas, cosa que de
otra forma no ocurriría. Distinto es cuando tengo un juicio o alguna actuación que
requiera más tiempo, pero entonces busco otras soluciones. Lo mismo les ocurre
ahora a mis clientes cuando acuden a mi despacho en la zona de Nervión. Antes
no tenían más opción que dar vueltas y más vueltas hasta encontrar un sitio
libre, o aparcar en parking de pago. Ahora sobran las plazas por todos sitios.
Evidentemente es más barato pagar la zona azul, que un estacionamiento privado.
Pero supongo que habrá otras personas a las que les fastidie, por los motivos que
sea. Lo que no tiene defensa alguna es que
políticos de la oposición PSOE- IU se pongan al frente de esa manifestación de
una forma totalmente hipócrita y oportunista. Porque si algo es indudable es que
la medida ha tenido un efecto disuasorio para la utilización del vehículo
privado. Ha sido entrar en funcionamiento la regulación y desaparecer decenas y decenas de vehículos
de los estacionamientos. Y no por ello han dejado ni los alumnos de ir a clase,
ni la gente de ir a los juzgados, etc. Habrá
quien haya optado por aparcar más lejos, pero también muchos que han decidido
dejar su coche en casa optando por otros medios de transporte. No resulta por tanto
de recibo que quienes constantemente hacen bandera del transporte público y
persiguen de manera incluso enfermiza la utilización del privado, cuando les
conviene para hacer pupa al contrario se rasguen las vestiduras porque se
restrinja el aparcamiento como medida de racionalización de su uso. Lo mismo cabe decir de los sindicatos
mayoritarios. Todo el día reivindicando transporte público, pero sus trabajadores
y trabajadoras quieren aparcar su propio coche en la puerta del tajo.
Desconozco en profundidad la problemática de Bami, pero la de Nervión es de las zonas mejor comunicadas de la ciudad: autobús, bicicletas, tranvía, metro y tren de
cercanías ¿se puede ofrecer más? ¿Entonces con qué argumentos pueden Espadas y….(¿quién
lleva ahora los asuntos de IU en el Ayuntamiento?) reclamar que se derogue? ¿Cuántas zonas azules más no hubieran implantado ellos, de continuar en el poder, para construir su "modelo de ciudad" sin coches? Piden
que haya consenso, un consenso por ejemplo, que no se intentó siquiera con los
vecinos del casco antiguo cuando se impuso el Plan Centro manu militari,
con la oposición expresa, por ejemplo, de la mitad de la Junta Municipal del
Distrito. Entonces, como gobernaban ellos, se permitían hacer lo que les venía
en gana. Ahora que gobiernan otros es cuando se acuerdan de los consensos. Vergüenza
y asco me dan.
cosas veredes, amigo Sancho, que farán fablar las piedras
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