Nadie como Esperanza Aguirre, de su nivel y
relevancia, ha encarnado en los últimos años las ideas liberales en la vida
política española. Siempre fiel a sus principios –llegó al Partido Popular procedente de la Unión Liberal de Schwartz y
el Partido Liberal de Segurado- Aguirre, a diferencia de otros compañeros de militancia,
nunca se sintió acomplejada por pensar lo que piensa y defendió con orgullo y convencimiento
la bandera del liberalismo, en un país en que este, a izquierda y derecha, está
tan mal visto.
Esto no fue óbice sin embargo para que en sus
políticas estuviese siempre presente el interés general y social. Como obras
son amores, y no buenas razones, baste recordar que entre sus principales logros
en sus nueve años al frente de la Comunidad de Madrid se encuentran:
La puesta en marcha de 8 hospitales públicos (sí con
gestión parcialmente privatizada, pero públicos).
La construcción de más de 100 kms de metro y un tren
ligero (transporte público)
La implantación del bilingüismo en un total de 379 centros públicos (298 colegios y 81 institutos) y del Bachillerato de Excelencia en algunos institutos. Y esto compaginándolo no obstante con la potenciación de la libre elección de centro por parte de los padres.
Sin olvidarnos, claro está, de la mejor política social, que es la que propicia la creación de empleo, siendo la Comunidad de Madrid la única que ha creado empleo en el presente año. teniendo la mayor tasa de actividad del país y una de las tasas de paro más bajas, gracias a una economía más liberalizada y dinámica que en otras regiones,
Son sólo algunos ejemplos de por qué esta señora ponía
de los nervios a los chicos de la izquierda al tiempo que mejoraba sus
resultados elección tras elección. Si lo comparamos con lo que los socialistas
han hecho en Andalucía en treinta años, es que no tiene color. Es decir, los
defensores oficiales de las políticas sociales no le llegan ni al tobillo a
quien repetidamente denostaron tachándola poco menos que de enemiga del pueblo
(pueblo que sin embargo no tenía reparo en votarla mayoritariamente, una vez sí y otra también).
De lo cual se deduce que para estos señores políticas
sociales son sólo y exclusivamente las que hacen ellos, por la simple razón de que
las hacen ellos-fundamentalmente repartir subsidios y ayudas sin ton ni son, mejor si es entre amiguetes-. Mientras que los demás no
pueden hacer políticas sociales sencillamente porque no son socialistas ni
comunistas. ¿Tiene compradores esta mercancía? Pues lamentablemente sí. Todavía
hay en España, y sobre todo en Andalucía, mucha gente que piensa en estos
términos. Por fortuna, otros muchos han sabido ver, gracias al ejemplo de
Esperanza Aguirre, que la política liberal
no tiene por qué ser antisocial. Así nos va a cada uno. Madrid es a día
de hoy la comunidad puntera de España, mientras que Andalucía, ya se sabe, es
imparable (cuesta abajo y sin frenos).
Pero a cambio de crear gestión privada. ¿Merece la pena lo bueno a cambio de vender lo público y menospreciar al funcionariado?
ResponderEliminarEmilio: Ante todo me alegro de verte por aquí. En cuanto a lo que comentas, me parece a mi que lo que la mayoría de los ciudadanos queremos es recibir buen servicio. Es secundario que quien lo preste sea funcionario o no. Y esto no es menospreciar a los funcionarios. Simplemente es que buenos profesionales hay en la función pública y fuera de ella. Y los malos también están repartidos. Así que yo creo que en lo que hay que fijarse es en que la gestión sea eficaz, más que en que sea pública o privada, sin olvidar no obstante que los hospitales de que hablamos son de titularidad pública y por tanto es la administración (los funcionarios) quien tiene en último extremo el control de los mismos.
EliminarSi en nuestra querida región, estimado Salvador, hubiesemos tenido una persona con la mitad del carisma, arrojo y gallardia de esta madrileña, hacia ya rato que se habria puesto contra la pared al eterno régimen de socialistos que tenemos en nuestra querida Andalucía.
ResponderEliminarEsperemos a reencarnaciones en esta gran España.
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