sábado, 2 de febrero de 2013

EL TRASFONDO DE LA CRISIS


Asistí el martes pasado a la conferencia impartida por Manuel Pizarro dentro del ciclo de “Las charlas de El Mundo” que se llevan a cabo habitualmente en el Hotel Los Lebreros (de grata memoria para mi) organizadas por el periódico del que soy suscriptor en la red.
Esta vez sí fue posible escuchar al conferenciante, puesto que ningún grupo de vándalos lo impidió. Si acaso más cerca estuvieron de reventar el acto los preguntadores-disertadores que se concitan en este tipo de eventos, y que en vez de preguntar al invitado se dedican a largar sus propios e insufribles  discursos. Les recomiendo que se hagan un blog, como yo, y así evitan dar la tabarra al personal en general, reduciendo los daños a los masocas que quieran voluntaria y temerariamente leernos.
Pizarro, que quedará fijado en nuestra memoria por aquél célebre debate con el mendaz Pedro Solbes anterior a las elecciones generales de 2008, es una persona de un altísimo nivel intelectual, que tiene las ideas muy claras, y que las expone con la misma y didáctica claridad, cosa que en política a la vez se echa tanto en falta y cotiza tan poco. Nos habló de su visión de la crisis, que en su opinión tiene tres componentes: la crisis financiera internacional, el déficit institucional europeo, y la falta de competitividad de la economía española.
Sobre la crisis financiera internacional, advirtió que, a pesar de las apariencias está aún lejos de haber sido superada, o al menos podría haberse hecho en falso.¿El motivo? Wall Street no se ha limpiado suficientemente. Para el buen funcionamiento de una economía de mercado es imprescindible que libertad y responsabilidad vayan estrechísima e indisociablemente unidas. El que acierta en su libre elección tiene que ganar y el que se equivoca tiene que perder. Si las cosas ocurren de otro modo el sistema colapsa. Y en WS, y no digamos en España –esto lo digo yo-, muchos de los responsables del caos financiero se han ido de rositas, lo cual no es sino un incentivo para volver a repetir experiencias.
En cuanto a la Unión Europea dijo algo que ya se ha apuntado modestamente en este blog: existe un problema de gobernanza en Europa que tiene que resolverse para que el euro pueda funcionar de manera adecuada. No existe referencia previa de una moneda que no vaya respaldada por una autoridad económica, y eso a día de hoy, en la Unión, no existe, o está, en todo caso, muy poco desarrollada.
Por lo que hace a España expuso el conocido mecanismo por el que en épocas anteriores nuestros problemas de competitividad se resolvían acudiendo al cómodo pero pernicioso mecanismo de la devaluación, cosa que hoy no es posible. De ahí que haya que incidir en otros factores, como son la mejora de la educación para ganar en calidad, la reducción del coste energético, o la reforma de las administraciones públicas para reducirlas y hacerlas más eficientes. “La mejor ayuda que puede recibir un empresario de un político –dijo- es que lo dejen en paz. El que sabe cómo ganar dinero lo que necesita no son subvenciones, sino que no le pongan muchas trabas”.
Sus recetas fueron, evidentemente, liberales. Pero recordando que el auténtico liberalismo tiene un alto componente ético. Por eso,  antes que nada, Pizarro subrayó y enfatizó que para superar la crisis es necesario ante todo y sobre todo un rearme moral de toda la sociedad, y no sólo de la clase política, porque es la falta de ética y moralidad la que está en el fondo de todo lo que nos está pasando. A la vista está.

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