sábado, 19 de enero de 2013

CROSS DE ITALICA



De mis tiempos de corredor popular, hoy obligatoriamente pasados por culpa de mi maltrecha rodilla, conservo la pasión por el atletismo. Me recuerdo a mí mismo celebrando como loco el oro olímpico de Fermín Cacho en los Juegos de Barcelona. Tan intensamente lo viví, tan enganchado estaba yo entonces a la práctica de este  deporte, tan espectacular y sorprendente fue la carrera, que literalmente me tiré de cabeza al sofá y dí la vuelta esa que ahora hacen algunos futbolistas cuando celebran los goles. Me veo años más tarde en el Campeonato del Mundo celebrado en Sevilla en 1999, corriendo al lado de Abel Antón durante unos metros por el Paseo Colón, animándolo como un poseso en su ataque definitivo hacia  la consecución de su segundo título mundial de maratón en el Estadio de la Cartuja. También recuerdo haber visto correr nada menos que a Carl Lewis y Ben Johnson juntos en la prehistórica pista de Chapina… 
Por eso cada año espero en el mes de enero la celebración del Cross de Itálica. Se trata de la prueba atlética más importante que se celebra desde hace treinta años no ya en Sevilla, sino en Andalucía. Uno de esos eventos de  auténtica categoría  que ponen a la ciudad en el mapa deportivo internacional. Por aquí han pasado todas las figuras nacionales e internacionales del cross. Desde lo primeros años, en que dominaban los portugueses Mamede, Castros…después Guerra, al imperio africano de los Kipkoech, Ondoro, Tergat, Bekele, Kipsiro, Komon, ¡¡hasta Gebreselassie!!. Aquí se ha visto correr  a José Manuel Abascal, Sergei Lebed, Rosa Mota, Gelindo Bordin, Martín Fiz, Mónica Rosa, Chema Martínez, Marta Domínguez, Merima Denboba, Linet Masai, Vivien Cheriuyot …¡¡saludé a la gran Paula Radcliffe tras su triunfo en 2001!!
Este año hemos visto peligrar la prueba “por falta de presupuesto”. La crisis ha estado a punto de  acabar con esta cita, lo que hubiera sido imperdonable. Con la crisis se siguen manteniendo eventos como la Bienal, el Festival de Cine, el FEMAS….Lo que hay que hacer es ajustar las cuentas y gestionar mejor, porque todos esos eventos redundan en beneficio general de la ciudad. Afortunadamente la Diputación, máxima responsable de la organización, ha rectificado, y ha contado con el apoyo entusiasta de los atletas, que incluso han estado dispuestos a venir a correr sin cobrar sus cachés. Aunque hay sobre esto cierta polémica que no estará de más aclarar, lo importante es que mañana, si el tiempo no lo impide, la vieja ciudad romana volverá a renacer, a llenar sus calles de público que acudirá  a contemplar el espectáculo del deporte en estado puro, en su versión más primigenia,  más clásica, la que se remonta a los orígenes de nuestra propia cultura: el atletismo.  

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