lunes, 23 de febrero de 2015

POLÍTICA RASTRERA

Una de las cosas que más me asquean de la política son los políticos sin escrúpulos que no tienen el más mínimo empacho en defender una cosa y la contraria con tal de meterle el dedito en el ojo al adversario. Es lo que en mi opinión está ocurriendo con el asunto de la ampliación de la zona azul decidida por el Gobierno Municipal en el verano pasado, ya la que con tanto ahínco se oponen PSOE e IU, por motivos claramente partidistas. Se puede estar de acuerdo o no con que haya que pagar por aparcar en determinadas zonas de la ciudad. La medida tendrá siempre sus beneficiados y sus perjudicados. A mi particularmente me viene muy bien que haya zona azul en el Prado, impuesta hace ya bastante tiempo no precisamente por este gobierno, porque me permite encontrar aparcamiento para hacer gestiones rápidas, cosa que de otra forma no ocurriría. Distinto es cuando tengo un juicio o alguna actuación que requiera más tiempo, pero entonces busco otras soluciones. Lo mismo les ocurre ahora a mis clientes cuando acuden a mi despacho en la zona de Nervión. Antes no tenían más opción que dar vueltas y más vueltas hasta encontrar un sitio libre, o aparcar en parking de pago. Ahora sobran las plazas por todos sitios. Evidentemente es más barato pagar la zona azul, que un estacionamiento privado. Pero supongo que habrá otras personas a las que les fastidie, por los motivos que sea.  Lo que no tiene defensa alguna es que políticos de la oposición PSOE- IU se pongan al frente de esa manifestación de una forma totalmente hipócrita y oportunista. Porque si algo es indudable es que la medida ha tenido un efecto disuasorio para la utilización del vehículo privado. Ha sido entrar en funcionamiento la regulación  y desaparecer decenas y decenas de vehículos de los estacionamientos. Y no por ello han dejado ni los alumnos de ir a clase,  ni la gente de ir a los juzgados, etc. Habrá quien haya optado por aparcar más lejos, pero también muchos que han decidido dejar su coche en casa optando por otros medios de transporte. No resulta por tanto de recibo que quienes constantemente hacen bandera del transporte público y persiguen de manera incluso enfermiza la utilización del privado, cuando les conviene para hacer pupa al contrario se rasguen las vestiduras porque se restrinja el aparcamiento como medida de racionalización de su uso. Lo mismo cabe decir de los sindicatos mayoritarios. Todo el día reivindicando transporte público, pero sus trabajadores y trabajadoras quieren aparcar su propio coche en la puerta del tajo. Desconozco en profundidad la problemática de Bami, pero la de Nervión es de las zonas mejor comunicadas de la ciudad: autobús, bicicletas, tranvía, metro y tren de cercanías ¿se puede ofrecer más? ¿Entonces con qué argumentos pueden Espadas y….(¿quién lleva ahora los asuntos de IU en el Ayuntamiento?) reclamar que se derogue? ¿Cuántas zonas azules más no hubieran implantado ellos, de continuar en el poder, para construir su "modelo de ciudad" sin coches?  Piden que haya consenso, un consenso por ejemplo, que no se intentó siquiera con los vecinos del casco antiguo cuando se impuso el Plan Centro manu militari, con la oposición expresa, por ejemplo, de la mitad de la Junta Municipal del Distrito. Entonces, como gobernaban ellos, se permitían hacer lo que les venía en gana. Ahora que gobiernan otros es cuando se acuerdan de los consensos. Vergüenza y asco me dan.      

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