sábado, 30 de mayo de 2015

EMOCIONES

Foto: Juan Carlos Vázquez
Ha sido para mí una semana de emociones. Primero con el fútbol (el miércoles la final, el jueves la celebración)  y luego con la ópera (Tosca, Teatro de la Maestranza). Tiene uno la suerte de ser sevillista,  y de un tiempo a esta parte mi equipo no hace más que darme satisfacciones. La última, hasta el momento, esta cuarta UEFA Europa League, que marca además un hito histórico al ser el primer club que lo consigue en el continente. Ahí queda eso. No siempre fue así, hay que reconocerlo, y por eso ahora hay que disfrutarlo doblemente. Emociones fuertes, de tensión a veces, de explosión de júbilo otras. Algo racionalmente inexplicable, ¡pero qué quieren que les diga! Eso hay que sentirlo, y el que no lo sienta se lo pierde. Pero también la ópera, la música en general, es capaz de transmitir fuertes emociones, de otro estilo, pero es por eso sin duda por lo que igualmente me apasiona.
Estando ya en el teatro el viernes a la espera del comienzo de la representación, con el aforo lleno, se me ocurrió una escena que hubiera sido propia del mejor cine surrealista: de pronto la terraza derecha saltaba al unísono: ¡¡¡forza Sevilla campeón!!! A lo que respondía la de la izquierda ¡¡lo lolo lolo lo-lo!!, y luego todo el teatro con palmas...ya saben, coreografía made in Sánchez Pizjuan. Hubiera estado fantástico, digno homenaje al campeón. Pero no, aquello era una ensoñación producto del cierto delirio que me produce la pasión del fútbol. Dice mi hija que me vuelvo un poco loco, y tiene razón. Las emociones de la ópera son más comedidas, más controladas, aunque a veces igualmente intensas. Hay que vivirlas sentado en la butaca, no pegando saltos agitando una bufanda. Puccini es un especialista en crear esos clímax de emoción. Quien no se haya conmovido profundamente  alguna vez escuchando alguna de sus famosas arias es para hacérselo mirar.
Nos ofrecía el Maestranza una nueva producción, en asociación con el Teatro del Liceo, encargada al director escénico  Paco Azorín. No estuvo nada mal, aunque algunos detalles podrían ser discutibles. Pero he leído unas declaraciones de Azorín, en las que quería resaltar que Scarpia perseguía a los artistas. Yo comprendo que los registas, tal como está esto montado, tienen que estrujarse el coco para aportar enfoques nuevos a sus producciones. El reconocido director yeclano creo que ha profundizado especialmente en el texto teatral  de Sardou,  pero en este aspecto pienso que está  equivocado.  Scarpia perseguía a los liberales. Perseguía a Angelotti, que no era artista, y a Cavaradossi, que era pintor, porque eran defensores de la libertad. Y a Tosca la perseguía por unos motivos que no tienen que ver ni con la política ni con el arte, sino simplemente  con el sexo. Así que las cosas no han cambiado tanto. Los liberales eran perseguidos antes por los poderes del Antiguo Régimen, la Iglesia entre ellos, y hoy por los nuevos poderes mediáticos y predicadores del pensamiento único, sobre todo en nuestro país,  para los que todo lo que huela a liberalismo o “neoliberalismo”, como prefieren decir, hay que arrojarlo a los infiernos. Y es que la libertad –la de los demás sobre todo-  es “mu” mala. Le podría sugerir algunos nombres concretos si algún director se atreviese a asumir esta idea.
Pero volvamos al tema de las emociones y de la música. El trío de voces protagonistas anunciado era de verdadera categoría y no defraudó en absoluto las expectativas. Tenía yo especial interés por ver a Jorge de León, el expolicía tinerfeño que saltó a la fama inesperadamente hace unos años en Madrid, una de esas historias fantásticas que depara de vez en cuando el mundo de la lírica. Y puesto que de emociones venimos hablando, para mí  el momento cumbre de la noche fue sin duda su aria del tercer acto. Habían sonado ya las campanas del amanecer romano, aunque en escena seguía presente una enorme luna. Mario recuerda sus encuentros con Floria cuando ve que la vida, que nunca había amado tanto, se le acaba. Su voz sonó potente y clara, con buen fraseo y sobre todo con mucho sentimiento. Su “..e muoio disperato!” sonó desgarrado, auténtico, verismo puro. El público estalló en una cerrada ovación Yo estuve a punto de gritar ¡gol!, pero grité ¡¡bravo!!, que es más apropiado. Por su parte, la soprano china Hui He fue una magnífica Tosca y también fue muy aclamada en su siempre esperada “Vissi d´arte..” En cuanto a  Ambrogio Maestri, a quien pudimos ver on line hace muy poco desde Múnich haciendo de Dulcamara, dio muestras de su versatilidad para componer ahora muy convincentemente el dramático papel del desalmado barón Scarpia.

Por cierto, que me han dicho que de León tiene afición por los caracoles que preparan en un conocido establecimiento especializado del Arenal, donde tienen una foto suya dedicada. A ver si con la excusa de los caracoles, o cualquier otra, se deja caer más por aquí y podemos verlo con frecuencia.

jueves, 28 de mayo de 2015

MI "TOSCA" ROMANA

 Habida cuenta de que la última ópera de esta temporada en el Teatro Maestranza será la popular “Tosca” de Giacomo Puccini, aproveché mi reciente estancia en Roma para visitar los lugares en los que se sitúa la acción de la obra. Hace ya bastantes  años (como veintitrés) la RAI produjo una representación en los lugares y a las horas en que se desarrolla la ópera, con Catherine Malfitano, Plácido Domingo y Ruggiero Raimondi, inicialmente retransmitida en directo, de la que conservo una grabación de una vez que la pusieron en Televisión Española.  Por cierto que Domingo y Raimondi andan todavía sobre los escenarios, aunque el tiempo no pasa balde.

El primer acto se desarrolla en Sant’Andrea della Valle, en el  ajetreado corso Vitorio Emanuele II, muy cerca de otra iglesia famosa como es la del Gesú. Si esta última fue la primera iglesia de los jesuitas, la de Sant Andrea lo fue de la orden de los Teatinos, fundada por San Cayetano, y que tiene en Sevilla dedicada una avenida allá por el Tiro de Línea. Si llegas a ella viniendo desde la cercana Piazza Navona por el corso del Renascimento ya desde lejos se van contemplando su fachada y airosa cúpula. En su construcción intervino, entre otros, Carlo Maderno, el autor de la fachada de la basílica de San Pedro. Al traspasar la puerta de entrada se deja atrás el ruidoso tráfico romano y se  entra en un espacio de tranquilidad y sosiego. Es la sensación de alivio que debió sentir el perseguido Angelotti (Ah! Finalmente!) al alcanzar el templo poniéndose temporalmente a salvo de sus perseguidores. Te encuentras con una iglesia amplia, luminosa y colorista y excelentemente cuidada (Recondita armonia di bellezze diverse…). Pero no hay ni rastro de la capilla Attavanti, ni de ningún cuadro de la Magdalena con los ojos azules.  En su lugar, la capilla Barberini. El altar mayor, obra de Fontana, con frescos de Preti y Domenichino,  es escenario perfecto para el Te Deum por la supuesta derrota de Napoleón en Marengo, con el que finaliza esta primera parte. 


La acción continúa en el segundo acto en el cercano Palazzo Farnese. Para llegar a él hay que coger a la izquierda a la salida de la iglesia e ir rodeándola. Por la parte de atrás se obtienen buenas vistas de la cúpula. Se pasa por las calles que conservan la traza del teatro Pompeyo. Incluso por algún pasadizo que bien pudo ser uno de los vomitorios del edificio. En el camino nos encontramos con el famoso Campo dei Fiori, presidido por la  estatua del filósofo Giordano Bruno.
El Palazzo Farnese (Miguel Ángel, Vignola, della Porta, Volterra, Salviati…) es  hoy la sede de la embajada francesa, y así lo indica la bandera que ondea en su fachada principal. Allí, en alguna de las habitaciones de la segunda planta, es donde Tosca (Vissi d’arte, vissi d’amore…) para librar a su amado Mario de las torturas que le infringe el malvado Scarpia, decide prometer sus favores al barón con la intención real de matarlo (Questo è il baccio di Tosca!).



Para llegar hasta el escenario del tercer acto se puede llegar al rio Tiber y seguir su ribera o volver al corso Vittorio Emanuelle II. Por cualquiera de las dos rutas se alcanza el puente que antecede al que en la antigüedad fue el mausoleo de Adriano. El Castel Sant’Angelo ha sido refugio de de papas en dificultades, y para ello está unido a las estancias  vaticanas por un pasadizo. También sirvió de prisión. De allí había escapado Angelotti al principio de esta historia, y es en la terraza de este imponente edificio  donde Cavaradossi contempla el amanecer de su último día de existencia (E lucevan le stelle). Para culminar la tragedia, también Floria pondría fin a su vida arrojándose desde ella al vacío.


La ópera fue estrenada en 1900 en el entonces Teatro Constanzi (hoy Teatro de la Ópera de Roma), en la plaza que lleva el nombre del tenor romano Beniamino Gigli, entre el Quirinale y el Esquilino, cerca de Santa María Maggiore y la Stazione Termini.

No sé cómo será la escenografía que Paco Azorín nos ofrecerá en el Teatro de la Maestranza, pero si no me convence, que espero que sí, no tendré más que cerrar los ojos e imaginar los escenarios romanos cuyo recuerdo aún conservo muy fresco en mi memoria.

martes, 26 de mayo de 2015

SUSPENSE

La noche electoral  fue larga. Tanto que a la mañana siguiente aún no se sabían los resultados definitivos de Sevilla capital. Unos problemas informáticos  hicieron que la tecnología, en lugar de acelerar el proceso, lo retrasara hasta extremos desconocidos en los tiempos recientes. Decía mi maestro que lo mejor es enemigo de lo bueno, y eso es a veces lo que pasa con la informática. Cuando va es magnífico, pero cuando te deja tirado no tienes escapatoria.  Sólo a media  tarde del lunes se han conocido  los resultados que pueden considerarse casi  casi definitivos. La verdad es que con el 95% de los votos escrutados era difícil que se produjesen cabios, pero  lo apretado del sprint final hacían necesario llegar hasta el final del conteo. Y es que la tarde había comenzado dando un claro triunfo a Juan Espadas en las israelitas, cosa que se vio confirmada con los primeros resultados oficiales. Sin embargo por no se sabe qué misterioso motivo resulta que el escrutinio iba más retrasado en aquellos distritos que son bastiones fuertes del PP, como es el caso de Los Remedios. Esto daba por tanto aún opción al vuelco, que efectivamente se produjo cuando ya eran cerca de las once, tomando ventaja entonces Zoido por un exiguo concejal.  Lo que al principio se presentaba como una catástrofe sin precedentes, al final quedaba maquillado por al menos la honrilla de cruzar la meta en primer lugar, aunque sólo sea  por un puñado de votos, cosa  que en todo caso se presenta a todas luces como  insuficiente. El resultado para el PP es por lo tanto en cualquier caso malo, porque pasar de veinte a doce concejales es un batacazo en toda regla. No sé si la responsabilidad  hay que achacársela a más a Zoido o a la racha negativa en que se encuentra su partido. Es un dato que el alcalde en funciones ha conseguido seis mil votos más que los que obtuvo el PP en las elecciones autonómicas de marzo, cuando todos los demás candidatos han empeorado esos resultados, con una abstención mayor en estos comicios  municipales, pero es un triste consuelo. Puede incluso achacarse exceso de confianza en un supuesto voto oculto que no reflejaban las encuestas…porque simplemente no existía. En cualquier caso los avisos en este sentido han venido sucediéndose desde prácticamente el inicio del mandato.  Quizá para obtener su histórica victoria de 2011 fueron excesivos los compromisos adquiridos que después no siempre ha sido posible satisfacer, por las circunstancias difíciles o por falta de capacidad. Sea por unos motivos o por otros es evidente que el PP ha perdido mucho en muy poco tiempo, y con ello una oportunidad histórica de consolidar su poder al menos en la capital de la comunidad autónoma que tanto se le resiste, y más que lo va a hacer tal como van las cosas. De todas maneras ese vuelco de última hora de la noche es importante, porque hace que Zoido parta con la limitada y relativa  ventaja que le da la ley en la nueva carrera de pactos y componendas que ahora se inicia. Todo el mundo ve claro que en este sentido lo tiene más fácil el PSOE. Espadas no ha ganado nada. Repite el mismo resultado de hace cuatro años. Sin embargo su propia e impúdica autoproclamación como próximo alcalde pone bien a las claras que está dispuesto a pagar lo que sea para lograrlo. A estas horas debe estar ya pidiendo precio. Un precio que me temo no pagará él sino los sevillanos. Pero no sabemos realmente cuál va a ser la actitud de las nuevas fuerzas en el consistorio: si de verdad van a ejercer una “nueva política” o al final se van a apuntar a lo de siempre. A lo mejor nos llevamos sorpresas. Zoido debe jugar sus bazas y no tirar ya de principio la toalla, como otras veces ha hecho el PP. En todo caso la incertidumbre y el suspense que ha caracterizado el recuento de las papeletas es posible que se mantengan hasta el mismo día 13 de junio.   

viernes, 22 de mayo de 2015

DOS CONTRA UNO...

Canal Sur perpetró anoche, con alevosía y premeditación, un debate entre algunos de los candidatos a la alcaldía de Sevilla en las elecciones del domingo. Tengo entendido que estaba grabado, pero la cadena pública no tenía mejor horario para ponerlo que a partir de las doce de la noche. Antes seguro que su interesantísima programación habitual no lo hubiera hecho aconsejable, so pena de provocar las iras del respetable. Creo que el debate no debió celebrarse, pues sólo intervinieron en él  las fuerzas políticas actualmente presentes en el ayuntamiento, cuando todo indica que va a haber también otros protagonistas -lo están siendo ya- que van a tener bastante que decir en el futuro, aunque ya veremos si tanto como se pronostica. Pero a pesar de esta y otras carencias me cogió en un mal momento y me quedé a verlo.
Algunas cosas me quedaron claras. La primera  que llamó mi atención de modo superlativo fue el descubrimiento del candidato de Izquierda Unida (@rojosevillano en los carteles tuiteros). Un  auténtico botarate con la cabeza muy poco amueblada, aparte de de maleducado. Yo siento utilizar estos términos, pero cuando alguien tiene la osadía de presentarse en público con pretensión nada menos que de gobernar la ciudad a partir del lunes (fue su frase más repetida) con tan escaso equipaje es lo menos que se puede esperar recibir. Ya por la mañana –no lo conocía en absoluto hasta ese momento- me había sorprendido con unas declaraciones en una entrevista en la que a las claras decía que no iba a cumplir las leyes que a él le parecieran injustas si gobernaba. Directamente carne juzgado de instrucción. El chico por ejemplo debe desconocer que el que haya desahucios o no en una ciudad no depende de los alcaldes, sino de los jueces. Y así todo. No sé si conseguirá siquiera acta de concejal. Si lo hace vamos a reír (o llorar) un rato.
El debate fue un clarísimo dos contra uno, en el que el muchachito de IU y Espadas hicieron causa común frente el actual alcalde. Los dos socios del anterior gobierno municipal bipartito, en una táctica tramposa, utilizaban el pasado según les convenía (ahora me interesa recordarlo, ahora no) pero a Zoido le conminaban constantemente a hablar del presente y del futuro, y a no recordar la catástrofe de ayuntamiento que se encontró en 2011. Espadas fue de alarmista (cuatro años perdidos, es su tesis) y de sobrado, porque él tiene fórmulas y soluciones para todo (lo que no dice es cuánto cuestan). Sobre todo tiene (oh mavaravilla!) un modelo de ciudad, que está dispuesto a imponérnoslo a todos los ciudadanos nos guste o no. Su modelo consiste fundamentalmente en bicicleta y alpargata con unos toquecitos de torrepelli, que debe ser para él, y los tipos como él, el súmmum de la “modernidad”. Su baza principal está, y lo dice sin pudor alguno, en que él conseguirá sacar adelante todos los proyectos que sus amigos de la Junta de Andalucía han boicoteado sistemáticamente  durante este mandato. Hace falta tenerla dura.
Ante tal situación Zoido estuvo aseado en su faena. Para mi es evidente que hay muchas expectativas que no se han visto satisfechas en su mandato, quizá por ser tan elevadas las que despertó su arrollador triunfo de 2011, y principalmente porque es que hemos vivido años verdaderamente difíciles. Pero pienso que se puede defender  claramente que la ciudad está mejor que hace cuatro años, y no como dicen los agoreros, que además oyéndolos pareciera que cuando gobernaban anteriormente sus partidos esto fuera el paraíso. El de IU hablaba de sus políticas de empleo y podría imaginarse uno que en Sevilla no hubiera habido paro en el 2007-2011. Espadas hablaba del funcionamiento de los Distritos y se podría figurar que fuera muy diferente en el anterior mandato (yo le puedo asegurar que no, y en algunos aspectos se ha mejorado). O hablaba del abandono de los Jardines del Guadalquivir como si fuera cosa de este gobierno, cuando es una situación cierta, pero que viene de más lejos.
En mi opinión, aunque esto parezca que la gente no le da mucha importancia, es fundamental el saneamiento de las finanzas municipales llevado a cabo en estos años, porque es lo que permite plantearse con confianza el futuro, que de otra manera estaría seriamente comprometido al poner en peligro la viabilidad de muchos servicios. Este saneamiento se ha conseguido además al tiempo que se mejoraban esos servicios. TUSSAM, LIPASAM o EMASESA son empresas municipales que están mejor que nunca. Es cierto que no ha habido grandes realizaciones, más allá de la consecución de la Zona Franca, pero no eran momentos para ello, ni creo que los esfuerzos de un  Ayuntamiento deban dirigirse inexcusablemente a enriquecer a unos cuantos constructores (léase por ejemplo Sacyr y sus setas venenosas, que nos han costado un riñón y más que nos pueden costar).

En definitiva el debate puso de manifiesto la disyuntiva a la que nos enfrentamos los sevillanos el domingo: elegir la continuidad de una gestión que puede no haber sido brillante pero sí al menos notable en muchos aspectos, sensata, decente y sin sobresaltos y que permitirá aprovechar las oportunidades que deparen los años que ahora se esperan mejores, o volver a las andadas de despilfarros, obras faraónicas, proyectos mesiánicos, mariscadas, concejales piqueteros u otras lindezas que los dos oponentes de Zoido, solos o en compañía de otros, a buen seguro, no hay más que escuchar a cada uno, nos tienen garantizadas.           

sábado, 9 de mayo de 2015

LA LIDERESA EN SU LABERINTO

Susana Díaz se las prometía muy felices la noche del domingo 22 de marzo cuando bajaba ante las cámaras por las escaleras aquellas de no sé dónde rodeada como una reinona por toda su corte de aduladores. Interpretaba que la voluntad popular expresada en las urnas la había señalado a ella como la inequívoca presidenta de la Junta, que hasta ahora ejerze por otro señalamiento, el del dedo de su antecesor en el cargo y actualmente imputado ante el Tribunal Supremo, José Antonio Griñán, cuando dio la espantá acuciado por los ERE.
      El resultado obtenido, en unas elecciones innecesariamente convocadas por anticipado, era pírrico, pero ella pensaría: “tengo hasta cuatro posibles parejas de baile para engatusar, alguno caerá”. Su tesis es la siguiente: debe gobernar la lista más votada. El PSOE es la lista más votada,  luego debe gobernar el PSOE (Pregunta impertinente -¿y si el PSOE no fuera la lista más votada? –mmm…pues también debe gobernar el PSOE, obviamente)
         Como esta señora se cree pues con derecho divino a gobernar, está como una fiera que se sube por las paredes porque no la invistan ya y se despeje cualquier incertidumbre al respecto. Está demostrando un talante deplorable y una falta de cintura propia de quien se cree la señora del cortijo y no está acostumbrada a otra cosa que a ordenar y mandar.
         Pero la situación es la que es y las cosas no le están  saliendo como esperaba. Ha intentado engañar a unos y coaccionar a otros, mas hasta ahora la estrategia no le ha funcionado, ni por una vía ni por otra. Su problema  radica en que, aunque ella se resista a admitirlo, la mayoría de los andaluces no queremos que gobierne. Así de claro y así de sencillo. Ningún votante de PP, Podemos C’s o IU quiere que lo haga, por lo que la formación  que se lo facilite tendrá que vérselas con su electorado.  Lo más normal del mundo pues, si se respeta la voluntad mayoritaria de los votantes,  es que no llegue a ser investida.  Si lo es será porque una vez más se impongan las componendas de los aparatos de los partidos sobre la voluntad real de los ciudadanos.
         Los apologetas de lo políticamente correcto, que habitualmente son los que se encargan de defender lo que le conviene al PSOE, andan por ahí diciendo que esta es una situación malísima para la comunidad y que la repetición de elecciones sería poco menos que una catástrofe. Yo lo veo de una manera muy diferente. El único miedo a que se vaya otra vez a las urnas deben tenerlo quienes, en mayor o menor medida, han cogido ya su parcelita de poder en forma de escaño parlamentario (por lo menos que me quede como estoy, dirá alguno). Pero los andaluces no tenemos nada que perder con ello y es una posibilidad legal y mucho más democrática que la de que los elegidos traicionen una vez más el mandato de sus electores. Sería preferible que el resto de fuerzas ajenas al PSOE fueran capaces de ponerse de acuerdo en un programa de mínimos para un tiempo limitado con el objetivo de desmontar el entramado que sostiene la estructura putrefacta del Régimen. Pero esto sería pedir demasiado de la capacidad de los políticos protagonistas. A falta de ello lo lógico es que se repitan los comicios. A mí que no me vengan con urgencias porque  después de treinta años el PSOE ha demostrado sobradamente que no es capaz de llevarnos a ninguna parte. Es más, no sólo no es capaz sino que no le interesa llevarnos a ninguna otra parte porque en esta en la que nos encontramos a ellos les va de escándalo. De ahí la absoluta falta de credibilidad de Díaz a la hora de ofrecer el oro y el moro para que la apoyen los demás grupos. Tengo claro que Maíllo, que es quien mejor debe conocer lo que valen los compromisos de Susana, no se va a dejar, aunque su formación sea la que menos razones de queja tenga respecto de un statu quo del que ha formado parte hasta antes de ayer. Menos confianza me ofrecen los pardillos (C’s y Podemos), aunque me da la impresión de que tras los primeros tonteos con el Régimen se han dado cuenta de que se juegan su supervivencia, y no querrán verse luego en la situación en que ahora se ve IU. En cuanto al PP espero que no cometa una vez más la estupidez de ceder a las presiones de quienes, en un arrebato de demencia o de poquísima vergüenza, quieren endosarle la responsabilidad de la situación. Claro que todo esto puede cambiar después del 24M, pero yo desde luego he hecho mis cálculos y constato que puedo sobrevivir perfectamente al menos hasta entonces sin que Susana Díaz sea investida presidenta. Porque si ahora la señora está como está, cuando lo consiga, si es que lo consigue, a ver quién la aguanta.



lunes, 4 de mayo de 2015

EMPRESARIADO SOCIALISTA

Corre por ahí una leyenda urbana según la cual los empresarios son por lo general amigos del liberalismo económico, y por tanto más afines a los partidos de la derecha, que suelen  defender estos postulados. Nada más lejos de la realidad, en un doble sentido. Primero porque no hay muchos partidos hoy día que gobiernen o tengan expectativas de hacerlo -ni de derechas ni de ninguna parte, ni en España ni en otros países de nuestro entorno- que sean realmente liberales, a pesar de que hay quienes gustan de poner por doquier la etiqueta de “neoliberal”, más que nada tratando de desprestigiar a determinados adversarios en una sociedad en la que la libertad cotiza poco.  Segundo porque los propios empresarios, al menos en este país  que todavía no se ha quitado del todo las legañas del paternalismo estatal franquista, son a lo sumo amigos de su propia libertad, como cualquier hijo de vecino,  pero no de la de los demás. Ellos prefieren, para empezar,  un estado protector de sus negocios, que les evite tener que luchar en la medida de lo posible con la siempre incómoda  competencia. Un estado que proteja su status frente a inoportunas iniciativas que puedan restarles cuotas de mercado. Ahí están los casos de UBER o de los hoteleros tradicionales  contra el emergente sector de los apartamentos turísticos. Los empresarios –los malos empresarios que son muchos de los que tenemos en España- prefieren también un estado, unas administraciones públicas, con las que sea fácil hacer negocios. Que concedan cuantiosas subvenciones para paliar su incapacidad para generar recursos por sí mismos, o que gasten el dinero a manos llenas en contratos y adjudicaciones que les favorezcan.   veces, más fácil que convencer  a muchos clientes para que voluntariamente compren tus productos es  convencer a una administración, que coactivamente se encarga de extraer el dinero de los bolsillos de los ciudadanos, para que acabe en el bolsillo del  sagaz  emprendedor.  Qué decir de aquellos empresarios que viven en gran parte del favor o el capricho político (léanse por ejemplo las actividades empresariales relacionadas con el urbanismo). Con tal de sacar rédito poco les importará  que el  responsable de turno cumpla o no las leyes. Si tantos políticos corruptos hay en España se debe en gran parte a que hay otros tantos empresarios dispuestos a corromper para sacar a delante sus negocios.
       Descartado pues que los empresarios españoles, en general y salvo honrosas excepciones, sean partidarios de la verdadera economía de libre mercado,  y por tanto de la menor intromisión, para lo bueno y para lo malo, de la administración  en la actividad económica,  poco puede extrañar, aunque ciertamente no sea habitual, el posicionamiento tan claro y rotundo expresado la semana pasada por presidente de la patronal sevillana,  Miguel Rus, en favor del candidato socialista a la alcaldía de Sevilla en las inminentes elecciones municipales, Juan Espadas. No hace sino expresar la forma que una gran parte del empresariado, especialmente en Andalucía, tiene de entender lo que es la actividad empresarial y su función en la sociedad, que al parecer siempre tiene que ir a remolque del poder político. Esta es sin duda una de las claves de la situación que vivimos en nuestra comunidad autónoma, en la que todo se supedita gustosamente a lo que disponga quien maneja lo que se publica en el boletín oficial.

          El sr Rus no sólo ha apoyado claramente y sin ambages al candidato socialista sino que ha denostado lo que ha sido la labor de la corporación municipal en los últimos cuatro años, en que el equipo de gobierno se ha dedicado fundamentalmente a sanear las cuentas  del Ayuntamiento, prácticamente en quiebra al inicio del mandato, antes que a seguir despilfarrando el dinero de los sevillanos para forrar a unos cuantos. Es normal que algunos empresarios echen de menos la época de Monteseirín. Quizá no los que han cobrado por fin sus facturas pendientes, después de años esperando, gracias al Plan de Proveedores, pero sí aquellos otros que hacían grandes negocios a costa de las depauperadas arcas municipales. Que se lo pregunten si no a SACYR, que, según hemos sabido también esta misma semana, se va a embolsar por las dichosas Setas otros treinta y seis millones de euros (unos  6.000.000.000 de las antiguas pesetas, por si alguien todavía no maneja bien los cambios)  a costa de todos los sevillanos,  gracias al regalo que el anterior alcalde les hizo en los últimos días de su mandato. No deja de ser significativo que el sr.  Rus sea precisamente presidente de la patronal de la construcción,  aparte de la CES. A los malos empresarios, los que no son capaces de crear riqueza si no es con favores y prebendas de la administración, este es el tipo de políticos que les gusta. No digo yo que Espadas tenga que ser igual que Monteseirín,  pero tampoco tengo motivos para esperar otra cosa cuando no le he oído decir ni mu sobre al asunto. A los sevillanitos de a pie nos debería preocupar muy mucho que el presidente de los constructores se muestre entusiasmado con el sr Espadas, porque me da la impresión que quienes tienen todas las papeletas adjudicadas para pagar los festejos de tan entrañable amistad, si el candidato socialista llega a la alcaldía, somos precisamente nosotros.